De la realidad virtual al futbolín de toda la vida

Hoy he dejado mi teléfono  para no llamaaarte, para no llamaaarte...». La canción de Ana Guerra suena de fondo cantada por un buen puñado de voces juveniles. La música se cuela desde la «sala refugio», donde un grupo de chavales canta en un karaoke mientras otros juegan al futbolín y dos más ven los toros desde la barrera sentados en el sofá. 

Es una tarde más en el Espai Jove Kesse que por estos días y, hasta este domingo, acoge la octava edición del Kasal X Nadal. Isaac Fernández, técnico de Joventut, explica que una de las ideas de esta jornada es que los jóvenes (está destinado a personas de 12 a 35 años) prueben algunas de las actividades que se hacen de manera permanente en este sitio y, a la vez, tengan un espacio alternativo de ocio durante las vacaciones de Navidad. 

El acceso al casal, que organiza la Conselleria de Joventut del Ajuntament de Tarragona, es gratuito pero es necesario tener la tarjeta Kesse que se puede pedir en el propio edificio ubicado en la calle Sant Antoni Maria Claret. 

Pintar en el aire
Basta con darse un paseo por la primera planta para hacerse una idea de qué va la historia. En una mesa descansan unas figuras cuadradas de cartulina. Luego nos enteraríamos que la manualidad se llama ‘cubecraft’. También sabríamos que muchas de las actividades han sido propuestas por los jóvenes que pasan por aquí. 

Un poco más adelante nos encontramos con una de las novedades de este año, el taller de realidad virtual ‘Tilt brush’. Como no es fácil de explicar, Agnés Gomis, de Petits Enginyers, nos coloca las gafas de realidad virtual y nos da algunas indicaciones. Enseguida aparece ante nosotros un paisaje irreal en el que se puede dibujar gracias a unos mandos. Las figuras se quedan suspendidas en el aire y es posible verlas desde todas las perspectivas, como si existieran de verdad. Muy recomendable para alucinar un rato. 

En la sala que está justo al frente apenas se escucha un murmullo; es el lugar de los que han venido a jugar juegos de rol y ocupan varias mesas. Aquí casi nadie levanta la mirada del juego. 

Ni siquiera el pasillo se salva de la actividad, una joven artista está pintando las paredes. Forma parte del colectivo Polígon cultural que por estos días se ha dedicado a intervenir en algunas de salas del centro.

Descubrir la vocación jugando 
Más adelante dos chicos están en la cocina tratando de preparar unas ‘cake pops’ una especie de piruletas, de queso fresco, coco, chocolate y granada. Uno de ellos cuenta que ya viene habitualmente a los talleres y gracias a ello ha descubierto que le gustaría dedicarse a la cocina. La verdad es que las piruletas que ha hecho tienen buena pinta.
Pero él no es el único que, gracias a los talleres, ha descubierto una nueva vocación.

José, de 17 años, está en un taller de radio organizado por Ràdio Ciutat de Tarragona. Hoy toca hacer una crónica de todo lo que está pasando esta tarde en el Kesse. Cuenta entusiasmado que al principio le costó un poco ponerse delante del micrófono para hacer las entrevistas, pero «hay que fingir seguridad». Mañana irán al estudio de radio para locutar sus crónicas.

Más arriba se encuentran los que están haciendo el taller de pre monitores en tiempo libre. Al final podrán ir a hacer prácticas en el Parc de Nadal. 

La cosa es ir picando aquí y allá.Nos quedamos con ganas de ver el taller de Booty Dance o descubrir qué era eso de las «precampanadas». Al fondo se oye «¿A quién le importa lo que yo haga...?».