De plaza de toros a lugar de fiestas

La primera corrida de toros en Catalunya la organizó el rey Joan I d´Aragó a finales del siglo XIV. Los pioneros en TGN fueron Rafael Molina 'Lagartijo' y Paco Frascuelo en septiembre de 1883

19 mayo 2017 22:08 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:23
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La Tarraco Arena Plaça (TAP) es uno de los atractivos de la ciudad. Actualmente es conocida por la celebración de fiestas, eventos deportivos, ferias de todo tipo..., pero antaño fue una plaza de toros. Los más taurinos recordarán esas legendarias tardes de encierros a pleno sol.

La Plaza de toros se fundó aproximadamente hacia 1881, cuando casi todas las ciudades de Catalunya disponían de una plaza de toros y podían ser utilizadas como residencias de espectáculos. Gracias a la agrupación de los accionistas en 1882, se pudo financiar esta construcción. Las gestiones para poner en marcha el proyecto fueron tediosas y aburridas –permisos, estudios, consultas municipales…–, hasta que el 23 de febrero de 1883 Tarragona cerró el permiso correspondiente.

El diseño de la plaza corrió por cortesía del arquitecto municipal del arzobispado, Salas i Ricomà, considerado uno de los mejores arquitectos de la zona. Nació en nuestra ciudad el 29 de abril de 1848, hijo del matrimonio formado por Pablo Salas y Tecla Ricomà. No sería para él obstáculo el hecho de pertenecer a una casa modesta, si recordamos que su padre era artesano.

El lugar elegido para construir la Plaza era un espacio despoblado y en buena parte dedicado a cultivos y casas de campo, y concretamente el futuro edificio procedía sobre lo que ha sido dicho fortín o baluarte de Orleans que tanta importancia tuvo durante el asedio de Tarragona de 1813.

La actual TAP se construyó en tres etapas, si bien el arquitecto Salas y Ricomà hizo el proyecto completo; la principal, naturalmente corresponde al 1883–fecha de su construcción–, aunque quedaba por cubrir una parte del segundo piso y las tribunas; una segunda etapa se realizó en 1885 y, definitivamente, se terminó en 1888. La noticia de la construcción del monumental recinto repercutió favorablemente en el aspecto social, ya que dio empleo a cientos de obreros durante una serie de meses en los que sus condiciones de vida eran paupérrimas y de máxima precariedad. En el periodo comprendido entre primeros de junio y mitad de septiembre trabajaron una media de 400 trabajadores. La plaza se construyó de acuerdo con el proyecto aprobado por el municipio, y original del Sr. Ramón Salas. El diámetro interior correspondiente al círculo que forman las columnas de los pisos de los palcos es de 78 metros. El de la arena, de 51 metros, y todo el círculo exterior del edificio abarca los 94 metros de diámetro; todo según constaba en el proyecto. El recinto es poligonal, de 48 lados por la parte exterior, y de 129 en su interior. Se aprecian ocho salidas en las gradas –vomitorios–, ocho escaleras de acceso a las escalonadas superiores y de palcos y tres puertas principales de salida.

La primera corrida celebrada en Catalunya de la que se tiene constancia escrita se llevó a término en el año 1387. La organizó el rey Joan I y tuvo lugar en la Plaza del Rey de Barcelona. En Tarragona se inauguraron las corridas para celebrar la festividad de Santa Tecla. Los pioneros fueron los matadores Rafael Molina ‘Lagartijo’ y Paco Frascuelo. Con el paso de los años, las corridas dejaron de ser rentables y la Diputación abrió el plazo de inscripción para la cesión del uso y explotación de la Plaza de Toros de Tarragona. El precio con el que salió a concurso la plaza de Toros fue de 3.500.000 pesetas anuales con una duración del contrato de un año prorrogable.

Al empezar el nuevo siglo el Ayuntamiento y la Diputación llegaron a un preacuerdo para remodelar y cubrir la plaza de toros. La visita del alcalde a diferentes ciudades de España sirvió para tomar nota de los proyectos que se habían llevado a cabo para cubrir las plazas de toros para no relegarlas sólo a este tipo de actos. La plaza de toros se cubrió a finales de la década de los 2000.

Como consecuencia de la prohibición, en 2007, de las corridas de toros en Catalunya, la plaza de toros tuvo que encontrar otra finalidad para el recinto y comenzó a acoger espectáculos de todo tipo. Después de cambiar la imagen corporativa, pasó a llamarse Tarraco Arena Plaça (TAP). En este nuevo emplazamiento, un gran espacio cubierto para disfrutar de la cultura y el espectáculo, se comenzaron a celebrar grandes acontecimientos. Actualmente se celebran todo tipo de actos: conciertos y espectáculos musicales, danza, teatro, concurso de castells y otros eventos culturales…

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