De rutas refrescantes

El senderismo permite disfrutar de una larga caminata en contacto con la naturaleza al mismo tiempo que se disfruta de un día familiar. En esta época de calor es de vital importancia hidratarse mientras se hace deporte y en nuestra provincia existen unas cuantas rutas de senderismo en las que nos podemos encontrar zonas habilitadas para el baño con aguas cristalinas acompañados de cascadas.

La ruta del Mas dels Frares al Gorg de La Febró es una de ellas. Esta vía circular de 7.6 kilómetros destaca por su facilidad en realizarla y por ser apta para todo tipo de caminantes, ya sean niños e incluso, mascotas. Durante el transcurso de la ruta se llega al descenso al río donde nos encontraremos agua cristalina y muy fría, algo que estos días se puede agradecer. 

Además, se recomienda también hacer esta ruta el resto del año, tanto en primavera como en invierno donde el agua abunda con mayor rotundidad.

Ir preparado...
Para hacer senderismo es vital ir preparado con ropa adecuada, calzado cómodo y, sobre todo, ir acompañado de agua

Mientras, la ruta de l Pantano al pueblo de Siurana es uno de las trayectos más bonitos que podemos ver en toda la provincia. Sus casi 13 kilómetros que conforman el camino están llenos de paisajes espectaculares y de bonitas zonas de baño con aguas cristalinas. No obstante, la recompensa está al final del camino ya que Siurana de Prades es uno de los pueblos más bellos que nos podemos encontrar. Su estilo medieval hace que los que se acercan queden alucinados de todo lo que conlleva el pueblo y la ruta.

Sin movernos de Siurana hay otra ruta muy atractiva para el aficionado al senderismo. y es la que lleva desde el pantano de Siurana al Toll de la Palla, un trayecto muy fácil y cómodo de realizar. Además, es un itinerario apto para todo tipo de público. Destaca por ser llano y sus 4,5 kilómetros hace que sea una de las más cortas.
El final del camino te lleva al Toll de la Palla, una especie de miniplaya artificial en la que es inevitable no bañarse por su espectacular aspecto.

Durante el invierno y la primavera abunda con más rotundidad el agua en las cascadas

Por otra parte, para los más expertos y profesionales, el senderismo también destaca por tener duras rutas en su palmarés. Una de ellas es la que une Montsant y Ulldemolins. Es un tramo bastante complicado de hacer y además no es recomendable para menores por sus zonas resbaladizas y peligrosas. Aunque el lado positivo es que es un camino que está muy bien señalizado en el que hay cobertura en todo momento. Sus 10.5 kilómetros piden a gritos un baño en el río Montsant, uno de los alicientes de la ruta.

El camino de las fuentes de Vilaplana es otra de las emblemáticas. Tiene una peculiaridad, y es que su temperatura está entre los 10 y los 18 grados durante la época estival. Sus aproximados 12 kilómetros y más de 4 horas de recorrido dejan la vista de grandes paisajes montañosos y zona para refrescarse con agua fría. No hay zonas de baño pero sí una gran cantidad de lugares en los que es posible beber agua del propio del río. El camino está bien señalizado y cuenta con zonas de ascensión.

Larga pero cómoda de hacer es la ruta de la Morera al Toll de L’Ou. sus 12,7 kilómetros hacen que sea un camino eterno pero lleno de paisajes increíbles. Justo en la mitad nos encontramos con el Toll de L’ Ou, una zona ideal para refrescarse y poder descansar o comer el bocadillo rodeado de naturaleza. Es apta para todos los públicos gracias a sus caminos adecuados y que no presentan dificultad ni peligro.

Se recomienda hacer, no obstante, en una época donde la temperatura sea suave ya que en pleno verano con las altas temperaturas puede hacerse demasiado dura. Pese a haber zonas de hidratación, la primavera es la estación ideal para realizar este bonito camino que se completa en poco más de cuatro horas y media.

Y por último, la ruta que une Farena con la Mola d’ Estat . Llena de desniveles y grandes altitudes, esta ruta es una de las más altas de la provincia, contiene una dificultad moderada pero en la que hay una gran diferencia entre el punto más bajo y el más alto. Sus 11 kilómetros están llenos de paisajes de ensueño y de una zona de baño de película, el Toll de l’Olla. El punto más bajo tiene 585 metros de altitud y la zona más alta al nivel del mar tiene nada más y nada menos que 1.228 metros.

Esta ruta es apta para todos los públicos pero se requiere un cierto grado de experiencia en senderismo, sobre todo por la dificultad en la ascensión, ya que es muy dura. El mal clima predomina en este sendero y no es descartable que aparezca llovizna y que el cielo esté encapotado. La temperatura también es fría, hay mínimas de seis grados.