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Desesperación entre los vecinos de la urbanización Tarragona 2 por la caseta abandonada en el parque. Lleva años degradada y siendo víctima de numerosos actos vandálicos. Pero la cosa ha empeorado en los últimos meses. Dos jóvenes que no llegan a los 30 años y una mujer de casi 50 se han afincado en la caseta, ocupándola de manera ilegal. Estas tres personas han sido detenidas en varias ocasiones por robar en casas y parkings de la zona. Los vecinos piden ayuda al Ayuntamiento, ya que, según parece, el inmueble abandonado es de titularidad municipal.
El pasado 19 de mayo, los Mosos d’Esquadra se desplazaron hasta la calle Josep Gramunt i Subiela, en Tarragona 2, tras recibir el aviso de que un hombre estaba con una mujer porque esta tenía unas botas de esquí que le había sustraído del interior de un parking. A parecer, los autores del robo habrían sido los dos jóvenes que viven con ella en la caseta abandonada del parque. La policía los detuvo en el lugar y pudo comprobar cómo las puertas de los vehículos que estaban en el aparcamiento habían sido forzadas. Esta no es la única denuncia por parte de los vecinos.
La inseguridad es cada vez más palpable en el ambiente. «Esto era un barrio muy tranquilo, donde nuestros hijos podían estar a sus anchas de arriba abajo. La cosa ha cambiado. Vivimos con miedo a que nos entren a robar a casa», explica Juantxu González, presidente de la Associació de Veïns de Tarragona 2.
La caseta en cuestión está ubicada en la zona verde que hay en la arteria principal de la urbanización, la calle Josep Gramunt i Subiela. En un primer momento, la instalación sirvió como oficina de la promotora para vender las casas adosadas. Más tarde pasó a ser el punto de encuentro para las reuniones de la comunidad y, finalmente, la utilizó durante poco tiempo la asociación de vecinos. «La titularidad siempre ha sido municipal, aunque el Ayuntamiento nos dejaba las llaves para poder utilizarla», apunta González.
Hace unos cuatro años, la caseta empezó a ser víctima del vandalismo. Pintadas en las paredes y destrozos en el interior. Se trata de un equipamiento que ha quedado totalmente en el olvido. Las ventanas están rotas y el entorno lleno de cristales, lo que supone un riesgo para los niños que juegan en el parque.
Hace años que la entidad vecinal pide al gobierno municipal que se haga algo al respeto. «O se le da una solución o se derrumba. Pero así no puede seguir», asegura González. Lo peor estaba aún por llegar.
Hace unos seis meses, los vecinos que viven cerca de la caseta se dieron cuenta de que había gente viviendo en su interior. Se trata de dos hombres, de 20 y 28 años, de nacionalidad marroquí, y una mujer de 49 años, española. «Entran a robar en casas y parkings, y después lo guardan en la caseta», explica González, quien añade que «pedimos urgentemente una solución. El Ayuntamiento es conocedor de este problema y puede actuar de oficio, sin acudir a los juzgados». González alerta que se trata de una «irresponsabilidad por parte del Consistorio. Saben que en una de sus propiedades se están cometiendo delitos. Deben actuar ya».
El ambiente tranquilo de la urbanización se ha visto alterado desde la llegada de los ocupas. «Lo vivimos con angustia y, a la vez, con miedo», comenta una vecina.
Por su lado, el Ayuntamiento asegura que tapiara la puerta de la caseta en los próximos días. «Ya hemos dado la orden a la brigada para que limpie y cierre definitivamente el espacio», asegura el portavoz del gobierno municipal, Xavi Puig.
