Desescalada: entre el miedo y el atrevimiento

No salir a la calle y hacerlo como si el virus ya se hubiese desaparecido son dos conductas comunes en estos días

21 mayo 2020 18:20 | Actualizado a 21 mayo 2020 18:42
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El ser humano es un animal de costumbres y lo que en un principio es anormal se acaba convirtiendo en rutinario. Se pasa de lo extraño a lo cotidiano con una facilidad asombrosa. Por ello es considerada la especie más evolucionada en la tierra. Tras más de dos meses de confinamiento absoluto, quedarse en casa y salir en ocasiones contadas se ha convertido en algo más del día a día. Muchas personas han pasado de permanecer muchas horas fueras de casa a salir de ella durante un espacio temporal muy limitado. La palabra hogar ha adquirido su significado con más fuerza que nunca.

De repente, para muchos ciudadanos salir a la calle se ha convertido en una auténtica pesadilla. El miedo a contagiarse es una realidad para muchos y por ello lo pasan realmente mal cada vez que salen de casa. Otros simplemente han encontrado en su hogar todo aquello que ellos necesitan para sentirse satisfechos. A esto se le conoce como el síndrome de la cabaña, pero lo cierto es que se trata de un concepto erróneo tal y como explica José Ramón Ubieto, profesor de los estudios de Psicologia i Ciències de l’Educació de la UOC: «El síndrome de la cabaña es un invento de psicólogos entretenidos. No tiene ninguna razón seria para llamarlo así. Un síndrome es algo serio que tiene carácter psicológico y este no es el caso. La gente tiene miedo porque hay una realidad que es el coronavirus. No se trata de una patología sino de un desajuste».

Para el psicólogo, lo que está sucediendo con muchas personas es una consecuencia más que normal ante el contexto generado por la pandemia: «Cada vez que se produce una situación de reclusión que se prolonga en el tiempo implica que la salida para algunos no sea fácil».

Más allá del cambio brusco de la rutina, hay varios factores que provocan que la ansiedad aparezca en muchas personas ya inmersas en la primera fase del proceso de desconfinamiento. El primer caso es aquellas personas que «tienen miedo al contagio». También están las que tienen miedo a «contagiar ellos. Son personas que se sienten vulnerables o que ya lo han pasado». Otro motivo que provoca temor a salir es «el miedo de las personas a ser estigmatizadas».

Miedo e incertidumbre

Para Ubieto, el contexto generado por el coronavirus resulta muy peligroso para la mente humana. Hay dos factores que juegan un papel clave a la hora de generar esa intranquilidad o incomodidad en la persona. El miedo y la incerteza son esenciales para entender las sensaciones que experimentan muchos ciudadanos: «Todo esto ocurre porque estamos en una situación en la que no hay final. El riesgo sigue existiendo. Nada ha pasado. Estamos en una situación que podemos salir con precaución y eso hace que no sea fácil».

Otro aspecto importante a resaltar es que no hay un perfil concreto que pueda experimentar este miedo a salir a la calle. Niños, adolescentes, adultos y personas mayores, todos ellos están expuestos a este fenómeno. En todo caso, sí que es cierto que las personas que tenían patologías previas, son un foco más importante a la hora sufrir este desajuste. «Las personas con trastornos mentales han visto el confinamiento como un alivio. Les ha dejado más tranquilos», explica el psicólogo antes de añadir un ejemplo real: «El otro día traté a un muchacho que ha sufrido acoso escolar. No quería salir de ninguna manera ni ahora ni antes del confinamiento. Tenía dificultades para ir a la escuela. Que ahora no quiera salir no es producto del confinamiento».

Muchos expertos advierten que estos desajustes pueden derivar en un trastorno conocido como agorafobia y que la RAE (Real Academia Española) define como: «Fobia a los espacios abiertos, como plazas, avenidas, campo, etc».

Para Ubieto, si esto sucede, es porque este síndrome ya existía en la mente de la persona antes de la cuarentena: «Si acaba en eso es porque eso ya estaba antes. Ya había un nivel de ansiedad relacionado con otros factores de la vida y estos los ha podido agravar. Muchas personas han vivido bien el confinamiento porque para ellas su casa es un refugio».

Resulta complicado, pero el psicólogo da las claves para intentar suavizar una problemática real que se están encontrando muchos ciudadanos: «Hay que animar más que obligar a salir. Si son pequeños se puede salir a pasear con ellos cogidos de la mano, si se trata de una persona adolescente o adulta es más complicado, aunque se les puede animar a salir poco a poco. Pueden dar la vuelta a la manzana o comprar el pan».

Ignorar la problemática

Pero no solo se está produciendo ese comportamiento de miedo a salir a la calle durante esta primera fase de desescalada, otras personas están adoptando una postura casi antagónica y salen a la calle ignorando la problemática, como si el coronavirus ya fuese historia. «Freud pasó dos guerras (la Primera y Segunda Guerra Mundial) y tuvo que darle muchas vueltas a lo que es una catástrofe mundial. Él trató de entender porque la gente que volvía de la guerra tenía sueños traumáticos e inventó el concepto conocido como la pulsión de muerte, que es una tendencia fundamental de todo ser viviente a regresar al estado inorgánico desde donde emergió, a través de la reducción completa de las tensiones. Además, descubrió que no siempre queremos nuestro bien, que a veces buscamos el malestar. Cuando ves todas estas personas que se exponen, la pregunta que debemos hacernos es si queremos la libertad o queremos la esclavitud», explica Ubieto.

En todo caso, este comportamiento generado en algunas personas solo ha sacado a relucir una tendencia de la sociedad actual: «Esta crisis ha puesto de manifiesto la dificultad para aceptar los límites. Nos costó aceptar que teníamos que renunciar a cosas. El negacionismo es un fenómeno actual, es una reacción y una manera de no querer saber».

Para José Ramón Ubieto, el miedo responsable es la actitud que hay que adoptar durante estos primeros días de desescalada. «No hay que estar encerrados un año. Hay que salir cumpliendo todas las normas porque vamos a volver a pasar situaciones de rebrotes. Tenemos que ser responsables y salir a la calle asumiendo los limites que haya en todo momento», concluye el psicólogo.

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