Un holandés fue detenido, a las 00.25 horas del sábado, por saltarse una orden de alejamiento respecto de su pareja –en su día fue detenido por violencia doméstica–.
Dos patrullas de la Guàrdia Urbana acudieron a la calle Sant Andreu ante un aviso de pelea en la vía pública. Cuando llegaron no había ninguna pelea, sí un individuo habitual de la zona y comprobaron que tenía pendiente una orden de alejamiento.