Días claves para saber cómo será la Setmana Santa de Tarragona en 2021

La Agrupació tiene previsto mantener encuentros con las cofradías, el arzobispo y el alcalde, para poner encima de la mesa propuestas. Actualmente, trabajan en tres posibles escenarios

03 noviembre 2020 20:00 | Actualizado a 04 noviembre 2020 06:27
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La rua de Carnaval, suspendida. La cabalgata de Reyes, en el aire. ¿Qué pasará con la Setmana Santa? El presidente de la Agrupació d’Associacions, Francesc Seritjol, lo tiene claro: «La ciudad no puede quedarse con una Setmana Santa en blanco». Con esta declaración, Seritjol deja claro que, pese a la circunstancias, la festividad se celebrará. El formato dependerá de la evolución de la pandemia.

La Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona, entidad que reúne las entidades, gremios y cofradías de la ciudad, trabaja en tres posibles escenarios para la semana del 28 al 4 de abril. El primero se refiere al caso de que haya normalidad. «Esta es la opción más fácil, ya que si la pandemia se erradicara o se encontrara la vacuna, cosa casi imposible, nos bastan quince días para sacar los pasos y ensayar», explica Seritjol. Pero se trata de un escenario poco creíble, teniendo en cuenta que la mayoría de los actos de la Setmana Santa tarraconense consiguen reunir a un número importante de personas. Es el caso de la procesión del Viernes Santo, por ejemplo.

El segundo escenario en el que trabaja la entidad es el de hacer un híbrido, algo parecido a lo que el Ayuntamiento hizo con las Festes de Santa Tecla, Sant Magí o incluso Tarraco Viva. «Pensar actos de unas veinte personas, como visitas a museos o a iglesias, o elaborar un recorrido de la procesión a través de códigos QR y que, al acceder, haya algún audiovisual. Todo ello combinado con presentaciones en streaming», explica el presidente de la Agrupació.

Finalmente, la opción tres es la más temida. Es la que se llevaría a cabo en el caso de que se volviera a un confinamiento domiciliario. «Entonces, las actividades serían telemáticas, con recorridos virtuales», añade Seritjol.

Sea como sea, la Agrupació d’Associacions de Setmana Santa de Tarragona lleva semanas trabajando las diferentes opciones para poder celebrar la festividad «de la mejor manera posible». Hace dos semanas, la Agrupació pidió a las entidades que conforman la Setmana Santa que pensaran propuestas de actos, teniendo en cuenta los diferentes escenarios. El próximo martes, las cofradías se reunirán para poner encima de la mesa las ideas y, entre todos los presentes, decidir cuáles desarrollar.

Además, Seritjol tiene previsto reunirse también la semana que viene con el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, y el alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, para conocer su punto de vista y hablar de temas como la cesión de espacios e infraestructuras durante la celebración. Seritjol insiste en qué «habrá Setmana Santa, sí o sí», y añade que «será una festividad distinta y, quizás, nos dará la oportunidad de descubrir formatos que hasta ahora no nos habíamos planteado». En los próximos días se conocerán más detalles sobre las propuestas de las entidades.

Sectores afectados

Lo cierto es que se hace difícil pensar en la viabilidad de algunos de los actos centrales de la Setmana Santa de Tarragona, como es el caso de la multitudinaria procesión del Viernes Santo, de los viacrucis o actividades más reducidas como la presentación de los opúsculos de las cofradías. La no celebración de estos actos tiene consecuencias directas en algunos sectores de la ciudad, que obtienen un beneficio importante durante estas fechas.

La mayor parte de los pasos e imágenes salen a procesionar una media de dos veces en dos semanas, entre procesión y viacrucis, lo que significa que en cada una de las ocasiones se adorna con motivos florales. La suspensión de estos actos perjudicaría gravemente a estas floristerías. Lo mismo ocurre en negocios como las imprentas, que editan los opúsculos, o las modistas y tiendas de ropa, comercios que, en esta época del año, tienen un plus de trabajo por la confección de vestas. Otro de los afectados es el sector de la restauración y hotelero. Es evidente que la generosa programación de actos durante la Setmana Santa de Tarragona genera un efecto llamada para visitantes de todo el país.

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