El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
En la madrugada del pasado miércoles 15 de abril, un mínimo de 5 personas irrumpieron en una casa unifamiliar en el núcleo de Les Gunyoles, una pedanía de La Secuita (Tarragonès). Los asaltantes iban con pasamontañas, armillas reflectantes y ropa oscura aparentando una operación policial encubierta. Los detalles de su vestimenta fue avistado por vecinos, que oyeron la llegada de coches y otearon desde la distancia. Así entró el aviso.
Varias patrullas de Mossos llegaron poco después con varias dotaciones y todavía pudieron localizar y detener a dos de los encapuchados. Los otros tres (esta es la información recopilada por testigos) se dieron a la fuga y tampoco se encontró el paradero de los inquilinos de la vivienda unifamiliar.
Tras esposar a los dos hombres, uno de los cuales agredió a un agente autonómico, el resto de efectivos procedieron a entrar en el chalet de Les Gunyoles por la mañana con orden judicial.
En su interior había una instalación indoor para el cultivo de marihuana con unas 1.500 plantas tras el recuento de los agentes. Además, había utensilios y energía eléctrica para poder mantener una producción tan grande de marihuana.
Tras ver la plantación y detener a dos de los asaltantes, la teoría de Mossos es que fue un robo planificado para quedarse con las plantas de marihuana. Y la ausencia de los inquilinos invita a pensar de que huyeron para evitar ser agredidos y también ser detenidos como vigilantes de ese invernadero de La Secuita.
La investigación de Mossos, todavía abierta, ha comprobado que el chalet estaba en alquiler y que el inquilino podría tener conexión con grupos extranjeros dedicados a la exportación de esta droga.
Tras confiscar la splantas y desmantelar el invernadero, se sigue buscando al resto de la banda que llevaron a cabo el asalto así como los posibles vigilantes de la plantación de marihuana localizada
