El 87% de las familias que atiende Creu Roja no tiene garantizada la alimentación

La mitad de las personas que han recibido ayuda básica en la provincia de Tarragona nunca había recurrido a ninguna entidad antes de la pandemia; es el dato más alto de Catalunya

05 noviembre 2021 12:22 | Actualizado a 05 noviembre 2021 12:23
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El concepto ‘seguridad alimentaria’ es usado por organismos internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) para medir el acceso de los ciudadanos a la alimentación, generalmente en países en desarrollo. La Creu Roja ha decidido usar esa misma herramienta para ver el grado de privación que sufren las personas que atienden y el resultado es que, en el caso de la provincia de Tarragona, el  87% de quienes reciben ayuda de la entidad sufre algún grado de inseguridad alimentaria. El dato supera a la media de Catalunya, que está en el 66,3%.

En la mayoría de los casos se trata de inseguridad leve, e implica «ajustes en el presupuesto que se dedica a la comida o la calidad de la dieta», pero el 22% sufre inseguridad moderada, es decir, los adultos de la casa limitan la cantidad de alimentos que comen, y en el 13% de los casos es severa, es decir, se ve afectada la cantidad y calidad de los alimentos que se ofrecen a los menores de edad.

Son algunos de los datos que arroja el tercer informe del Observatori de Creu Roja Catalunya ‘El impacto de la Covid-19 en la alimentación en el hogar’. El mismo fue elaborado a partir de encuestas realizadas a 1.012 personas (331 de la demarcación de Tarragona) atendidas dentro del programa de ayuda humanitaria de la entidad. En la mayoría de los casos se trataba de personas (74% mujeres) con hijos a cargo.

Pedir ayuda por primera vez

El informe también revela que el 65% de las familias encuestadas han bajado sus ingresos (la media de Catalunya es del 50%). De ellas, un 26,6% no cuenta con ningún ingreso estable y solo un 21% tiene el salario como principal fuente de ingresos. 
«Por primera vez en mucho tiempo se vuelve a depender más de las prestaciones que de los salarios», advierte Pilar Millán, responsable del observatorio.

Otro dato a destacar es que el 56,7% de las familias encuestadas no tiene beca comedor para ninguno de los hijos del hogar (en Catalunya la cifra de los que no tienen beca es del 45%).

Así pues, esto ha llevado a muchas personas a pedir ayuda por primera vez. De hecho, el 51% de los encuestados señalaba que antes de la pandemia no había recurrido nunca a servicios sociales o a una entidad del tercer sector. La media de Catalunya es del 44,4% y Millán explica que Tarragona es la provincia donde ha habido más caras nuevas en la entidad. «Hemos tenido un alud de peticiones de ayuda entre las personas que ya atendíamos porque se encuentran en una situación de pobreza cronificada y las que hemos tenido que sumar nuevas».

Anna Sabaté, coordinadora Provincial de la Creu Roja en Tarragona, explica que no se han detenido a estudiar las causas de por qué la situación ha sido peor en la provincia, pero muy probablemente tenga que ver con el impacto que la pandemia en el tipo de actividades que hay en el territorio, como el turismo y la hostelería.

La situación no ha remontado

De momento, señala Sabaté, la situación de las personas que reciben la ayuda de la entidad no ha mejorado pese a las cifras que indican que se está recuperando la actividad económica y el empleo. Con los datos en la mano explica que entre enero y septiembre de este año se han atendido 12.00 personas más que en el mismo período del año pasado.

Sabaté considera que «no hemos de perder de vista que esta pobreza se puede cronificar» y aunque cabe esperar una recuperación en el empleo, hay que seguir pendientes de personas que se pueden quedar atrás, «como autónomos que no saben si volverán a abrir sus negocios o personas que se han quedado fuera del mercado laboral con cierta edad».

Atención récord

Valga destacar que desde el inicio de la pandemia y hasta octubre de 2021, más de 37.400 personas de la demarcación han recibido ayuda básica (alimentos y otros productos de primera necesidad) a través del plan Cruz Roja RESPONDE, en el marco del cual se han distribuido más de 12.600 tarjetas de prepago y 24.600 kits de alimentación.

En cuanto a las tarjetas de prepago, Sabaté señala que desde hace cinco años se ha optado por incluir este sistema en el que las familias pueden acudir al supermercado a comprar los alimentos que necesitan. «Esto permite diversificar la cesta de productos, permite incorporar el producto fresco y dignifica la ayuda. Además, para nosotros es más económico que tener almacenes con alimentos», señala.

Los propios usuarios creen que la situación no se revertirá en breve. Casi todos los encuestados de Tarragona, el 93%, considera que su familia necesitará ayuda de Creu Roja en los próximos meses para sus necesidades básicas.

En este sentido, Sabaté señala la necesidad de que se dé prioridad a la atención presencial, algo que la entidad ha procurado hacer desde que ha sido posible, porque muchas de las personas que necesitan ayuda no tienen los medios o los conocimientos para gestionarlas a distancia.

El presidente provincial, Ramón Grau, por su parte, no ha querido dejar de reconocer que toda la atención que se ha ofrecido durante la pandemia no habría sido posible sin las ayudas de las administraciones, las empresas colaboradoras, los socios y los voluntarios. «Hemos tenido un estallido de solidaridad», apunta.

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