El Centre Penitenciari Obert de TGN empezará a funcionar el verano del año que viene

La primera fase de las obras –la construcción del edificio– estará lista en noviembre. La segunda, que consiste en hacer el archivo y urbanizar el exterior, durará seis meses

02 junio 2021 18:50 | Actualizado a 03 junio 2021 05:19
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El Centre Penitenciari Obert (CPO), ubicado en el Parc Francolí, entrará en funcionamiento en verano del año que viene. Así lo aseguran fuentes del Departament de Justícia, quienes añaden que la primera fase de las obras, las que pertenecen a la construcción de la estructura, estará lista para el mes de noviembre. Pese a que el calendario se ha retrasado algunos meses debido a la pandemia, los trabajos van ahora a velocidad de crucero y el edificio ya empieza a tener forma.

Actualmente, se están ultimando los detalles de la instalación eléctrica y de los compartimentos interiores. Está previsto que en noviembre, la primera fase –que consta de la construcción de la estructura y que está valorada en 2,35 millones de euros–, esté ya terminada. Una vez lista esta parte, será el turno de la segunda fase del proyecto, que consiste en construir el archivo –ubicado en el sótano del edificio–, y de la urbanización del exterior, con un presupuesto de 6,8 millones de euros. La cantidad total que la Generalitat se gastará en este equipamiento asciende a casi 10 millones de euros.

«La idea es que el CPO pueda abrir sus puertas en verano del año que viene», asegura la que hasta hace unos días era secretaria general del Departament de Justícia, Patrícia Gomà, que ahora ha sido relevada del cargo con el cambio de gobierno. Gomà explicaba hace unos días que, con el nuevo equipamiento en marcha, «se podrá cerrar definitivamente la antigua prisión de la avenida República Argentina, que todavía acoge algunos internos».

Lo cierto es que las obras van con un poco de retraso, por cuestiones –según Gomà– técnicas y administrativas. «En medio del proceso, el proyecto tuvo que dividirse en dos partes, lo que ha supuesto que se alargaran los plazos marcados», asegura la que hasta ahora era secretaria general del Departament de Justícia. Pese a esta demora, el proyecto final se mantiene fiel al original. «Será un centro moderno, sostenible, accesible, que incluye mejoras energéticas y que está pensado e ideado para atender las necesidades de los usuarios. Necesidades que son totalmente distintas a las de hace diez años, y que la cárcel de la avenida República Argentina no cumple», asegura Gomà.

El nuevo centro tendrá capacidad para 150 internos que cumplan el tercer grado, aunque estará preparado para acoger hasta 219 camas, si fuera necesario. El edificio contará con una superficie de 6.120 metros cuadrados y ocupará cuatro plantas con despachos, espacios comunes y 72 habitaciones, cinco de las cuales estarán adaptadas para personas con movilidad reducida. Las habitaciones –que no celdas al tratarse de un centro de régimen abierto– estarán distribuidas en tres módulos. Uno para hombres, otro para mujeres y, el último, para jóvenes. El centro incorporará medidas de mejora energética, como por ejemplo, la instalación de paneles solares para la producción de agua caliente. «Se trata de un equipamiento único en toda la demarcación», añade Gomà.

Envuelto en polémica

La tramitación para la construcción de este equipamiento ha estado envuelta, desde un principio, en polémica. Los vecinos se han opuesto frontalmente al proyecto porque aseguran que la presencia de internos en un parque como el Francolí, entrando y saliendo del CPO, llevará más inseguridad en el lugar. Los vecinos organizaron incluso protestas en contra de este centro. Finalmente, acabaron resignándose y aceptando la situación. Ahora, lo que piden es que el Ayuntamiento dote el parque de elementos que aporten seguridad, como más luz y más presencia policial.

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