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Albóndigas de pescado con salsa alejandrina, guisantes y calabaza al comino; ostra rizada del Delta de l’Ebre marinada en mulsum de perifollo; tostada de pan de centeno con sardina ahumada, queso de cabra, higo y tomillo. Y así hasta 56 propuestas, que podrán degustarse en esta nueva convocatoria del Tàrraco a Taula.
En su vigésimo segunda edición, este evento gastronómico dará un protagonismo especial al aceite de oliva, un producto esencial ya en la antigua Roma y que desde Tarraco se distribuía por todo el Mediterráneo e incluso llegaba a Germania. «Había un comercio enorme», afirmaba el director de Tarraco Viva, Magí Seritjol. En este año en el que el festival girará alrededor de las ciudades, y en el que se abordarán fenómenos urbanos como la inmigración y la gentrificación, Seritjol quiso destacar que «la alimentación era un vehículo de generación de comercio, cultura e intercambio que hacía que los vinos de aquí llegasen a la India».
El protagonismo del aceite vendrá a partir de la colaboración con la DOP Siurana. Además, este producto también centrará uno de los platos que preparará el cocinero Jeroni Castell, del restaurante Les Moles de Ulldecona, que participará en el Convivium que inaugurará las jornadas. Castell, que cuenta con una estrella Michelin, preparará una piruleta de aceite de oliva virgen extra de olivos milenarias, además de la versión crujiente del asado de pollo.
El presidente de la Associació Tàrraco a Taula, Carles Segarra, quiso destacar que la participación de uno de los chefs más prestigiosos de la demarcación de Tarragona otorgará «una experiencia gastronómica muy singular, con un toque estelar a la jornada».
De hecho, ya no quedan tíquets para participar en el Convivium, ya que este banquete-bufet de la antigua Roma –en el que se servirán un total de diez platos y dos postres– cuenta año tras año con un buen número de fieles.
Tàrraco a Taula contará con la participación de nueve restaurantes de la ciudad. Los establecimientos participantes son Àpats Quattros, Ares, Cócvla, El Cortijo, El Llagut, Entrecopes, Sadoll Restaurant, Les Voltes y La Xarxa. Los apasionados del dulce también tendrán la posibilidad de degustar los postres de la pastelería Velvet MGL, que preparará un saquito de manzana, queso fresco y dátiles acompañados con pimienta, miel y coulis de membrillo o una crema de algarroba y avellana con crujiente de miel y sésamo.
Vinos naturales de proximidad
Segarra destacó que «hay muy pocos festivales gastronómicos en el mundo» de las dimensiones de Tàrraco a Taula. Las más de veinte ediciones han permitido recuperar más de mil platos que «se preparan como entendemos que podían cocinarse en la antigua Roma». En este sentido, la concejal y presidenta del Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, Inmaculada Rodríguez, destacó que el evento aporta «un sello muy singular, que nos diferencia de otras ciudades».
Los platos, raciones y menús de degustación se han preparado a partir del asesoramiento en gastronomía y enología histórica de dos expertos como son Joan Gomez Pallarès y Joaquín Ruiz de Arbulo. Y es que los vinos naturales y de proximidad, «con una mínima intervención humana», también serán protagonistas de unas jornadas gastronómicas con precios que oscilan entre los 3,50 y los 25 euros.
