El arte mueve

Tarragona. CaixaForum celebra la tercera edición del Festival familiar Nano Arts, este año dedicado al movimiento

27 octubre 2019 17:20 | Actualizado a 29 octubre 2019 13:35
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Crear una película o simplemente sentarse a ver un cortometraje, bailar danza o leer un libro, dibujar un cómic o ser partícipe de una instalación artística... Todo ello fue posible ayer en CaixaForum Tarragona, entidad que celebraba la tercera edición del Festival Nano Arts con un rotundo éxito, de tal forma que una hora después de abrir puertas colgaron el cartel de ‘No hay entradas’ por lo que a la mañana se refería.

«Hemos tenido mucha compra anticipada, lo que demuestra que la ciudadanía estaba esperando este festival, algo que también nos motiva para continuar haciendo otras ediciones», explicaba M. Glòria Olivé, directora de CaixaForum en la ciudad. Efectivamente, no cabía ni un alfiler, familias enteras repartidas por entre las actividades propuestas con el movimiento como denominador común y en una combinación de interior y exterior.

Un aluvión de cochecitos infantiles recibía al visitante a su llegada, quien nada más entrar se encontraba con el primero de los talleres, un espacio de juego hasta tres años de edad. «Nos vienen niños muy pequeños. Pero también son unos padres que reclaman el poder estar con otras familias. Es la socialización en torno al arte», corroboraba Isa Abad, del área de cultura de la Obra Social.

Esa socialización sin edad es lo que se vivía en el patio exterior, de la mano de los talleristas Marc Torrent y Sandra Partera. El primero daba las claves para «representar el movimiento en los personajes del cómic», como comentaba Marc. En cuanto a la Il·lusió en moviment, la pintora y educadora en ocio Sandra Partera les invitaba a colaborar en una instalación artística. «Es una actividad para todas las edades en la que con unas pequeñas piezas deben construir una tira móvil que se mueve por inercia. Por un lado están los padres y madres con los bebés y por el otro, los más mayores, de 12 años, que ya las construyen con otro tipo de estrategia», ilustraba la pintora. Mientras Clara Matas, responsable de El Culturista, empresa que desarrolla el proyecto Nano Arts, puntualizaba cómo «lo que nos interesaba de Il·lusió en moviment es que la aportación de todos los participantes acaba formando una obra colectiva y como concepto nos gusta mucho. No se lo pueden llevar a casa, como el taller de manualidades clásico y visualmente es muy interesante».

En el mismo sentido, Matas destacaba el film colectivo AHomeInProgressFilm, similar a «una storyboard. Es intentar dar a entender cómo se hace una película. Se dibuja y después esta secuencia de dibujos se transforma en un film creado por los niños y las familias. Un trabajo que posteriormente ven proyectado». Movimiento a partir de una secuencia de imágenes fijas.

El Festival Nano Arts también contaba, asimismo, con un rincón destinado a los cinéfilos. En este sentido, el taller Petits herois proyectaba siete cortos durante toda la jornada, «seleccionados de diferentes temáticas, de tal manera que se puede entrar y salir cuando se quiera. Es muy ágil», apuntó Matas. Los escogidos fueron Por de volar de Conor Finnegan, El cérvol i la conilleta de Péter Vácz, Gran Prix de Marc Riba y Anna Solanas, El cassó de l’Anatole de Éric Montchaud, Ser o no ser... taronja de John Banana, L’elefant i la bicicleta de Olesya Shchukina y 5,80 metres de Nicolas Deveaux. En relación con el mundo del cine, también se podía disfrutar de una visita guiada por la exposición Cinema i emocions. Un viatge a la infància, un recorrido por el mundo de la gran pantalla a través de los ojos y los sentimientos de sus protagonistas infantiles.

Y qué mejor movimiento que el del propio organismo. Así, los más dinámicos pudieron participar en el taller de danza, juego y canciones en familia de la mano del colectivo Crea Moviment. Espacio que contrastaba con el rincón de lectura y el de picnic, para tomarse un respiro.

Como concluía M. Glòria Olivé, «una combinación de propuestas de acción y relax».

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