El 'camello' que trapicheaba en Tarragona acompañado de un perro blanco

El hombre, de 34 años, fue detenido por la Guàrdia Urbana tras hacer una trasacción con hachís a un joven de 19

13 marzo 2018 18:42 | Actualizado a 14 marzo 2018 11:38
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Un hombre que presuntamente se dedicaba a vender droga en la terraza de un bar de la calle Manuel de Falla, en la Part Baixa, acabó detenido por la Guàrdia Urbana después de constatar los agentes varios pases de sustancias estupefacientes. Se trata de un ciudadano marroquí de 34 años y vecino de la zona.

Los agentes adscritos a la Unitat de Delinqüència Urbana (UDU) habían recibido quejas vecinales sobre la presencia de un treintañero que se sentaba en la terraza de un bar –junto con un perro blanco–, donde se dedicaba la venta de droga.

El pasado lunes, los guardias –que iban de paisano– acudieron a la zona sobre las seis y media de la tarde. Observaron efectivamente a un individuo –cuyas características coincidían con las facilitadas por los vecinos– sentado en la terraza.

Diez minutos más tarde se acercó un hombre. Éste dio al sospechoso un fajo de billetes recibiendo a cambio una bolsita transparente con lo que aparentaba ser hachís. 

Al llegar a la esquina con la calle Francesc Bastos, el comprador dio parte de la droga a otro joven, que después se supo que era un vecino de Reus, de 19 años. Llevaba en su poder tres piezas de hachís cuando fue parado por los agentes.

El comprador fue interceptado por otra patrulla. Se trata de un vecino de la Vall de l’Arrabassada de 19 años. Llevaba en su poder una pieza de hachís y un envoltorio de cocaína.

Cinco minutos después, los agentes de la UDU observaron que el sospechoso se dirigía a la esquina de las calles Manuel de Falla con Francesc Bastos y contactaba con dos jóvenes en bicicleta. Uno de ellos entregó al posteriormente detenido varios billetes, recibiendo a cambio un papel blanco.

Los dos compradores fueron parados por otra patrulla de uniforme. Uno –de 18 años y natural de Armenia– llevaba dos piezas de hachís, indicando que las acababa de comprar a un marroquí de 55 años.

Ante estas evidencias, los agentes de la UDU procedieron a identificar al comprador. Llevaba cinco piezas de hachís –que pesaban en total casi 150 gramos–, dos envoltorios de cocaína e incluso una báscula de precisión, además de 409,50 euros en efectivo.

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