El juez le prohíbe acercarse al pabellón del Serrallo

El hombre fue expulsado por incívico y por amenazar al personal. Posteriormente se ha saltado varias veces el confinamiento

07 abril 2020 06:40 | Actualizado a 07 abril 2020 07:43
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Un hombre que fue expulsado del pabellón del Serrallo, que acoge a personas indigentes o sin recursos para poderse alimentar durante la pandemia del coronavirus, posteriormente se ha saltado en repetidas ocasiones el confinamiento. Finalmente fue detenido por la Guàrdia Urbana acusado de resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad y amenazas leves. Ahora, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona –que está de guardia– le ha impuesto una orden de alejamiento en virtud del cual no puede acercarse a menos de 500 metros de dicha instalación, Además, le obliga a cumplir el confinamiento en su domicilio de Reus, según el auto de libertad.

La persona imputada, de 42 años y de nacionalidad española, fue alojada en primera instancia en el pabellón del Serrallo. Sin embargo, debido a la reiteración de conductas incívicas hacia los usuarios y los responsables, así como insultos y amenazas a trabajadores, fue vetada y expulsada.

El hombre ha sido informado en diversas ocasiones por parte de los agentes de la Guàrdia Urbana de que la circulación de personas aumenta el riesgo de propagación del virus y crea un perjuicio a la salud pública. Pero el acusado, lejos de mantenerse en la distancia habilitada para su confinamiento y tener una conducta cuidadosa hacia los otros, ha estado moviéndose libremente por una amplia zona del municipio, «creando alarma social allí donde se le identificaba».

La magistrada también le obliga a pasar la cuarentena en la casa familiar de Reus

El ahora procesado, lejos de aceptar esta situación y volver a su domicilio familiar que tiene en Reus, ha estado continuamente merodeando el pabellón del Serrallo, hasta que finalmente fue detenido a las cinco menos cuarto de la madrugada de pasado domingo en el Passeig del Gremi de Marejants, en la zona portuaria.

Antes del arresto, el hombre había sido identificado en numerosas ocasiones, como a las 16,15 horas del 27 de marzo y a las 22.12 horas del 3 de abril fue invitado a marcharse del pabellón del Serrallo debido a su estado de embriaguez y a las molestias causadas. A las 8.18 horas del 4 de abril fue identificado de nuevo por insultos y alteración del orden hacia los servicios de Creu Roja en dicho pabellón y a las 20.45 horas del mismo día denunciado por saltarse el confinamiento.

De forma consciente

En el atestado policial, los agentes señalan que desde el 14 de marzo, cuando entró en vigor el Real Decreto del estado de alarma, la persona encartada ha sido denunciada administrativamente en diversas ocasiones «con las herramientas que nos ha dotado la Administración para evitar en la medida de lo posible la circulación de personas por la vía pública sin motivo justificado».

Los agentes añaden que el procesado «es conocedor de la situación actual que vive la sociedad, pero decide voluntariamente y mostrando un total menosprecio para la salud del resto de los ciudadanos que le rodean, continuar la libre circulación por la vía pública». Por ello, los guardias consideran que el hombre es un «potencial peligro para la salud pública».

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