El taxi en Tarragona vuelve esta mañana a la normalidad tras desconvocarse la huelga

Los taxistas de Barcelona desconvocaron la huelga a última hora de ayer, para retomar el servicio esta madrugada. Desde esta mañana, el servicio en la provincia regresa a la normalidad progresivamente

02 agosto 2018 07:51 | Actualizado a 02 agosto 2018 08:10
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El servicio de taxis en Tarragona volverá durante esta mañana progresivamente a la normalidad después de que en Barcelona, a última hora de ayer, se desconvocara la huelga. Aunque la desconvocatoria no era oficial esta mañana y extensible a toda la provincia, los servicios se irían recuperando gradualmente, en función de lo que decidiera cada agrupación. «Hay que ir hablando con las diferentes agrupaciones para levantar definitivamente la huelga, aunque hay un número elevado de conductores que ya están trabajando», admitía durante esta mañana Joaquim Olivé, presidente provincial de los taxis en Tarragona. «Estamos ya trabajando con normalidad. Se ha dado una tregua a Fomento hasta septiembre para que se tomen medidas», decía Sergi Marquès, presidente de la Agrupació Ràdio Taxi Tarragona. 

Es previsible que a primera hora de esta tarde el taxi vuelva a funcionar plenamente. Ya durante el día de ayer se ampliaron los servicios mínimos y fueron más los taxistas que estuvieron activos, en comparación con otros días. Si el lunes el parón fue completo, a cada día que ha ido pasando han sido más los conductores que trabajaban, pese a que las protestas no han cesado y el servicio ha distado mucho de quedar normalizado. 

Ayer a última hora los taxistas de Barcelona desconvocaron la huelga, con la idea de retomar el servicio de madrugada. Su intención anoche era, por tanto, levantar el campamento en la Gran Via de la Ciutat Comtal.

Ayer en la demarcación, el colectivo organizó otro acto de protesta, que igual que el lunes consistió en una marcha lenta que transcurrió desde el Polígon Francolí, por la Avinguda Roma, hasta llegar a la Plaça Imperial Tarraco. Ahí, en pleno centro urbano, más de 200 vehículos colapsaron la plaza durante media hora, dispuestos en tres filas que daban la vuelta a la glorieta. «El lugar no es casual. Estamos frente a la Subdelegación del Gobierno, porque hay que recordar quién es el responsable de solucionar la situación», explicaba Joaquim Olivé.

El motivo de la revuelta es de sobras conocido: la protesta por la proliferación de las autorizaciones de Vehículos de Turismo con Conductor (VTC), unas licencias que, según cuentan, se usan para hacer competencia desleal al sector del taxi. «Reclamamos que se ponga orden a una cosa que lleva muchos años en marcha, y que ha provocado en las calles malestar y hasta peleas», relataba Olivé, que desglosaba parte de los inconvenientes que acarrea la competencia de estas empresas. «No puede ser que nosotros estemos parados ante un hospital y de repente venga uno de estos coches, cargue y se vaya. Eso viene dado en parte porque con las aplicaciones se puede hacer trampa». 

Según datos del Gobierno, en la provincia operan hasta nueve empresas con licencias VTC. En total, en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre hay 43 autorizaciones de este tipo, por las 512 licencias de taxi. Eso quiere decir que hay un VTC por cada 12 taxis, y no por cada 30. 

Los taxistas reclaman que se cumpla esa ratio establecida por decreto ley de 1/30, limitando así los permisos que se otorguen a estos conductores privados. Por lo tanto, pese a que la motivación principal de la huelga en Tarragona es solidarizarse con Barcelona y otras grandes ciudades, los datos oficiales indican que también en la provincia hay más del doble de licencias VTC de las que permite la ley. 
Olivé, como otros taxistas, fue duro en sus palabras: «Es una dinámica que se alarga durante mucho tiempo y hay que resolver ya, porque los políticos van dando largas y la situación es urgente». Sobre la controvertida tarea de los VTC añadió: «Si estas empresas hicieran realmente el trabajo que les corresponde, tendrían que cerrar la mitad». 

El gremio, que mantiene los servicios para urgencias, visitas médicas, embarazadas o gente mayor, sacaba pecho de la movilización. «No es fácil reunir aquí más de 200 coches. Sé que ahora estamos bloqueando esto y que molestamos a la gente que a lo mejor tiene que ir a trabajar. Les pedimos perdón por los inconvenientes causados pero sabemos que ellos nos comprenden y nos dan fuerza para seguir adelante». 

A la concentración acudieron conductores no sólo de Tarragona o Reus, sino también de otros lugares como L’Hospitalet de l’Infant, Salou, La Pineda, Vila-seca, Cambrils, Torredembarra o La Secuita, e incluso desde localidades de las Terres de l’Ebre. Los taxistas estaban pendientes de lo que se decidiera en aquellas agrupaciones principales, especialmente la de Barcelona. «Estamos en un compás de espera. En cualquier momento se puede levantar la huelga, pero estamos aguardando a que haya algún documento firmado por parte del Gobierno para que ese compromiso esté por escrito, para tranquilizar a los que no se fían. Es normal», aclaraba Olivé, reacio a dar plazos concretos. Para Olivé, también era buena señal que la patronal de las empresas de VTC saliera «moderadamente satisfecha» de la reunión con Fomento del pasado martes. «Significa que es posible llegar a un acuerdo», añadía el representante provincial del taxi. 

Las negociaciones con el Gobierno deberían culminar en septiembre en la toma de medidas concretas para limitar las autorizaciones de VTC.  
El seguimiento de la huelga fue desigual en Tarragona. En las zonas de costa como Salou o PortAventura es donde se han acumulado más quejas y también donde más taxistas han hecho servicio, debido a la alta demanda. «Hay que tener en cuenta la circunstancia de que para muchos es la temporada alta y, por lo tanto, se juegan mucho. En general no es agradable esta situación para nadie porque también nos está afectando personalmente e incluso a nuestras familias, que desde hace unos días están prácticamente abandonadas», resumía Olivé. 

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