«En mi casa estaría dándole al coco, aquí estoy en familia»

En el Comedor Social de Bonavista notaron que cada vez recibían a más mayores solos. Fue la semilla de un programa donde les ofrecen cuidados y compañía

10 febrero 2022 19:00 | Actualizado a 11 febrero 2022 05:54
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La televisión está encendida para quien quiera mirarla, pero José (84 años) dice que a él lo que en realidad le gusta es la tertulia que se monta cada mañana y que ya ha comenzado con su amigo Gregorio. Dice que el ‘Cuidant de tu’ es «lo mejor que han podido hacer en la barriada. Aquí estamos recogidos y acompañados».

Y, efectivamente, aquí la tertulia no deja sitio al aburrimiento, tan pronto se habla de que se ha aprobado el salario mínimo o de que el rey «pilló el que del último recibo de la luz «¡Que me ha llegado por 150 euros!».

Los ‘tertulianos’ son un grupo de mayores que con frecuencia usan la palabra familia para referirse a la relación que comparten cada mañana en este local ubicado en los bajos de un edificio en Bonavista a pocos metros del ícónico comedor social que gestiona la entidad sin ánimo de lucro Joventut i Vida.

Necesidad de compañía

Raquel Quílez, encargada del comedor, cuenta que fue justamente allí fue donde comenzaron a pensar en que hacía falta un servicio como éste en el barrio. «Antes de que se desatara la pandemia vimos que teníamos cada vez más mayores que vivían solos y que venían a comer... Pero no era solo eso, algunos llegaban hasta dos horas antes de que se sirviera la comida», relata

Esta necesidad de compañía fue la que les llevó a idear esta especie de centro de día en el que los usuarios hacen actividades a su gusto y reciben cuidados como en casa. Los que quieren se duchan aquí (hay un baño adaptado) y lo mismo les cortan las uñas que les ayudan a teñirse el cabello (también tienen una lavacabezas para las secciones de peluquería). Al frente la cuidadora, Mónica Medina, habla de ellos como «los chicos».

Los usuarios, nueve, han sido derivados desde Serveis Socials del Ayuntamiento de Tarragona, que colabora en el proyecto. Son personas mayores que todavía conservan cierta autonomía y el criterio que pesa para derivarlas no tiene que ver solo con la renta, sino con los beneficios que les puede suponer estar en un servicio así. Además, en el caso de que sea necesario, los usuarios también se llevan la comida preparada del comedor a su casa.

Encarna Quílez, hermana de Raquel, explica que para llevarlo adelante concursaron a una convocatoria de la Fundació ‘la Caixa’, lo que les permitió acondicionar el local. Además, desde un primer momento contaron con el apoyo de la Diputació de Tarragona. Encarna, que se ha hecho experta en subvenciones y convocatorias «para mantener el tren sobre las vías», recuerda que este servicio, como todos los demás que prestan, es gratuito para los usuarios.

Sobrevivir en pandemia

El servicio comenzó a andar a principios de 2020, así que al poco tiempo las restricciones sanitarias les obligaron a cerrar. No obstante, en ese tiempo mantuvieron el contacto con los usuarios en todo momento por teléfonos y con visitas a domicilio cuando fue posible.

Desde noviembre del año pasado han vuelto a la presencialidad y los mayores lo están agradeciendo enormemente.

A partir de este año, además, el equipo del CAP de Bonavista acude cada quince días a hacer sesiones para ayudarles en aspectos como la soledad no deseada, el bienestar emocional o los hábitos de vida saludables. Participan una psicóloga del CAP, la trabajadora social, una nutricionista, una médico y una alumna en prácticas.

También tienen a un grupo de voluntarios que acuden a jugar con ellos a juegos de mesa.

Desde la butaca

Dejamos a la pequeña familia hablando de sus cosas. Gregorio, el primero en llegar habla desde su butaca marrón. «Estoy deseando venir, me cuidan muy bien... Son muy cariñosas», dice. Reconoce que los viernes le ponen triste porque sabe que no acudirá el fin de semana. En su casa tiene una foto del grupo.

A su lado Carmen, lo resume: «Somos una familia, si no estuviera aquí estaría en mi casa sola, dándole al coco o en el CAP pidiéndole al médico que me pinchara».

Comentarios
Multimedia Diari