Esta mansión te hará llorar... ¿de miedo?

#seriesenvena
‘La maldición de Hill House’.
Es una serie de miedo y drama en la que se narra la vida de una familia en una tétrica mansión

07 diciembre 2018 20:47 | Actualizado a 07 diciembre 2018 22:10
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Ahora que se acerca la Navidad ha llegado el momento de ver una buena serie de miedo. Justo antes de que empecemos con el exceso de edulcorante en televisión y terminemos empachados. Ya sé que Halloween pasó y quizás el tiempo idóneo para este tipo de series también, pero que eso no os quite las ganas de ver La maldición de Hill House, porque os vais a perder una muy buena serie.

El principal motivo por el que yo he tardado en verla es porque las series de miedo no son muy de mi agrado. Lo paso fatal con los sustos y la tensión de la trama, no gano para disgustos y no me relajo ni queriendo. Pero no sé por qué me atraía ver La maldición de Hill House. Me la han recomendado encarecidamente y decidí darle una oportunidad. Gracias. No me arrepiento.

Miedo y suspense del bueno
Netflix
estrenó esta serie el pasado mes de noviembre y desde el primer momento tuvo una enorme aceptación. Consta de diez capítulos de poco menos de una hora cada uno y os puedo asegurar que cuando se empieza a ver es muy difícil parar.

La maldición de Hill House narra las vivencias de la familia Crain, formada por el matrimonio y cinco hijos, que compran una tétrica mansión abandonada para restaurarla durante el verano con la intención de venderla después y sacar un buen beneficio.

Pero nada resulta ser como esperaban. La mansión está en mucho peor estado de lo que creían, y a medida que avanzan en las tareas de restauración las cosas empeoran. Además comienzan a ocurrir sucesos inexplicables que hacen que la tranquilidad de la familia se altere considerablemente.

La mansión es enorme y como niños que son tienen una curiosidad innata por investigar cada recoveco de la casa. Todos los recovecos menos uno, una habitación que está tras una puerta roja imposible de abrir. Alguien tendría que haberles dicho que la curiosidad mató al gato. Esa puerta roja...

Las interpretaciones de los cinco niños son magníficas. Sufren lo que no está escrito y es lógico que de adultos no sean personas muy normales. Los padres también tienen su ración de situaciones complicadas y no va a ser fácil vivir con ellas.

En la primera mitad de la serie nos muestran cómo los hijos pasan auténticos momentos de miedo, de ese que se te mete en los huesos. Se encuentran en situaciones que, acompañadas de una música que te pone los pelos de punta, van a hacer que demos más de un bote en la silla. De estos momentos hay varios y muy efectistas, aunque es mejor no explicar mucho más. Sufridlo en carne propia.

Dos líneas temporales
Una de las virtudes de esta serie es la magnífica forma que encuentra su director y guionista Mike Flanagan de simultanear dos líneas temporales. Una transcurre cuando la familia acaba de llegar a la casa y los niños todavía son pequeños y la otra cuando estos ya son adultos y cada uno hace su vida. Vemos como las situaciones vividas en su infancia les han afectado en el desarrollo de su personalidad adulta.

La atmósfera creada en la serie es sobresaliente. Te sitúa rápidamente en un ambiente de tensión y miedo continuo. Temblando estás de que la cámara gire, nunca sabes lo que te puedes encontrar al otro lado.

La maldición de Hill House es como un enorme puzzle donde las piezas van encajando capítulo tras capítulo para llegar al magnífico capítulo seis donde empiezan a tomar sentido muchas de las situaciones que hemos ido viendo anteriormente. También es un dramón familiar donde los componentes de toda la familia tienen profundas heridas que el tiempo ni mucho menos ha curado.

La maldición de Hill House es una serie de miedo, de mucho miedo, y es más que probable que termines llorando.

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