Juegos Mediterráneos: «Es una promoción que no hubiéramos podido pagar»

Han sido muchas las críticas de las que se ha hablado relacionadas con los Juegos Mediterráneos. Sin embargo, el tejido económico es optimista y considera que a nivel de proyección de ciudad el balance es positivo. «Como promoción ha sido un evento fantástico. Hemos tenido más notoriedad en los medios de lo que pensábamos», valora Carlos Segarra, propietario del Hotel Urbis de Tarragona.

Días antes de la inauguración de los Juegos, Segarra estuvo en el norte de España. Todos los medios de comunicación hablaban de la polémica sobre si el presidente de la Generalitat, Quim Torra, estaría en la ceremonia compartiendo palco con el rey o no. «En ocasiones nos hemos visto beneficiados por las polémicas, pero  que programas como España Directo hayan emitido durante una semana su programa desde Tarragona, tan solo esto, no lo hubiéramos podido pagar de ninguna forma», defiende.

Segarra es crítico porque los hoteles de la ciudad no se han visto beneficiados por el evento. Lamenta que ni siquiera los periodistas se alojaron en Tarragona. No obstante, considera que «hemos lanzado un mensaje que tenemos unas instalaciones de primer nivel y ahora el reto está en sacarle provecho a todo lo que tenemos». 

La presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, también piensa en la oportunidad que puede suponer el hecho de que Tarragona cuente ahora con unas instalaciones nuevas en el Anillo Mediterráneo. «Han quedado unas infraestructuras muy dignas que ahora entre todos debemos ser capaces de aprovechar», argumenta. Esta institución siempre ha apoyado la celebración de cualquier evento que contribuya a mejorar la proyección internacional de la ciudad. «Todo lo que se haga para que podamos ganar notoriedad siempre es positivo», dice.

Por su parte, el presidente de la Via T, Salvador Minguella, valora que la celebración del evento ha permitido que «de alguna forma haya situado Tarragona en el mapa y esto siempre es positivo». Este comerciante de la ciudad considera que, a pesar de las polémicas que han surgido en la organización, el balance global es favorable. «Se han magnificado las cosas que no han salido bien, pero el impacto que hemos recibido ha sido bueno».

Más pesimista se muestra el presidente de la patronal Cepta, Antoni Belmonte. «No creo que tras los Juegos Mediterráneos pueda hablarse de un antes y un después», afirma. De hecho, Belmonte asegura que el balance «no ha sido positivo» para los intereses de este territorio. «Ha habido muchos problemas de organización. No es lo mismo hacer una feria del aceite en la Rambla que unos Juegos», concluye.