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La CUP ha denunciado la presencia de una empresa "de extrema derecha" en los controles de accesos a la Tarraco Arena Plaza donde este fin de semana se ha celebrado el Concurs de Castells.
La formación ha reclamado que la gestión del equipamiento público, ahora externalizada, vuelva a las manos de la Diputació de Tarragona, que es la propietaria, "tras constatar que la gestora -Agencia de Publicidad Internacional Catalana- contrató a la empresa de extrema derecha Levantina de Seguridad para el control de los accesos a los espacios ".
Los cupaires han hecho referencia a las críticas de asistentes al evento casteller en las redes sociales de haber sido "coaccionados" por trabajadores, que les habrían exigido hablar en castellano o les habrían hecho comentarios sobre su vestimenta, según su versión.
Según la CUP, decenas de asistentes también denunciaron en la jornada del sábado del Concurs de Castells que los miembros de la empresa llevaban tatuajes con símbolos nazis o fascistas que en la jornada del domingo habrían ocultado con camiseta de manga larga bajo el uniforme.
Los cupaires han reclamado que el equipamiento sea gestionado de forma directa. También han cuestionado la adjudicación de la gestión del espacio a esta empresa, que, según la formación, tiene vínculos con el ex alcalde de Vila-seca y ex del ente, Joan Maria Pujals Vallvé.
En esta línea, la CUP ya denunció el año pasado que el alquiler que pagaba la empresa para gestionar la Tarraco Arena Plaza era "irrisorio" y denunció presuntas irregularidades en la contratación del personal. Así, reclaman que se inste a la empresa que gestiona el equipamiento a rescindir toda relación comercial con Levantina de Seguridad.
El grupo político de la CUP en la Diputación de Tarragona pone a disposición un correo (grup-cup@dipta.cat) por si alguien quiere denunciar "algún tipo de vejación o agresión por parte de miembros de esta empresa de seguridad".
