pppp

El ente cameral exige al Ayuntamiento políticas activas de promoción y ayudas puntuales para los negocios

26 noviembre 2019 22:30 | Actualizado a 27 noviembre 2019 09:58
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«A mi no me gusta ser pesimista, porque creo que aún tiene una solución, pero hay que actuar y hacerlo ya. No podemos esperar más». Así se expresaba la presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, quien aseguraba que Tarragona necesita un plan de choque para mantener y atraer una actividad comercial. El reciente anuncio de que la Xarcuteria Cuadras va a cerrar sus puertas ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la presidenta, quien asegura que «la principal arteria comercial, la Rambla Nova, se está muriendo y lo único que hace la ciudad es darle el pésame».

La Cambra de Tarragona lamenta que la falta de políticas públicas coordinadas con el sector privado «nos han llevado a un callejón sin salida». Por ello, pide al Ayuntamiento que deje de ser un «espectador» de este deterioro y que hacen falta «políticas activas de promoción y ayudas puntuales a los negocios». Roigé recuerda que este organismo siempre ha reivindicado la necesidad de llevar a cabo intervenciones urgentes a partir de propuestas concretas. La peatonalización de las cocas superiores de la Rambla, en 2008, así como la ejecución de las mejoras de la Illa Corsini, en 2013, son algunas de las propuestas que han salido desde este organismo y, en concreto, de uno de sus expresidentes, como fue Albert Abelló. Sin embargo, lamenta que «son proyectos que desde el Ayuntamiento nunca se han tomado en consideración». Y esto, asegura, que ha provocado que «todas aquellas luces de color ámbar que ya se intuían hace unos años, ahora se han convertido en rojas».

La Cambra lamenta que en municipios próximos como Salou, Torredembarra y Cunit se están llevando a cabo actuaciones de cara a la dinamización comercial. «Pero está claro que para que esto funcione, el Ayuntamiento debe colaborar porque al fin y al cabo ellos son los que tienen las competencias». Por ello, plantea tres líneas de actuación que pasan por el apoyo al comercio del centro urbano, el impulso de la dinamización comercial y la consolidación de sinergias entre turismo y comercio. Dentro de cada uno de estos apartados se definen actuaciones concretas para consolidar las actividades comerciales existentes, con medidas que aumenten la competitividad o el impulso de medidas fiscales atractivas. Hacer una política de usos para los locales vacíos y la gratuidad o precios simbólicos para los aparcamientos de la ciudad todos los fines de semana son otras de las propuestas que lanza este organismo. En cuanto a la dinamización, también se apunta a la necesidad de crear un plan anual de ferias y eventos que implique al sector comercial con campañas de promoción «sencillas, pero que impliquen al mayor número de actores posible».

Finalmente, la Cambra de Comerç también considera que es necesario impulsar la marca Tarragona Capital Comercial y que la ciudad sea declarada municipio turístico a efectos de horarios. Para llevar a cabo todas estas medidas, Roigé propone crear un nuevo ente de gestión público-privado, mientras no pueda activarse la constitución de las Àrees de Promoció Econòmica Urbana (APEU), que prevé desarrollar la nueva Llei de Comerç de Catalunya, y que deben servir para dinamizar las ciudades de forma coordinada.

Comentarios
Multimedia Diari