La Fiscalía estalla contra las defensas del 'procés' '¡Esto no es un juicio a la Policía!'

El juez Marchena apercibe a los abogados de los procesados tras la petición de amparo del Ministerio Público.
 

16 abril 2019 15:57 | Actualizado a 16 abril 2019 16:05
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Hasta ahora no había intervenido de forma extemporánea en las 42 sesiones del juicio a los cabecillas del 'procés'. Pero este martes, la ex fiscal general del Estado Consuelo Madrigal no se contuvo. "¡Esto no es un juicio a la Policía! Hay preguntas que parece que estamos en un juicio contra la actuación policial en el cumplimiento de órdenes judiciales", denunció la representante del Ministerio Público.            

Mariscal interrumpió así de forma abrupta el interrogatorio del sexto de los 22 policías llamados este martes por la propia Fiscalía a contar las lesiones que sufrieron en su actuación para impedir el referéndum del 1-O. Tras varias sesiones prácticamente destinadas a que los agentes de la Policía y de la Guardia Civil abonen la tesis del Ministerio Público de que existió la violencia necesaria para sostener la acusación de rebelión, las defensas han comenzado a tratar de desacreditar la versión de todos los que comparecen.

Marchena, solo en los últimos días, ya ha llamado de manera reiterada la atención por sus ataques más o menos velados a los representantes de las fuerzas de seguridad a cuatro abogados

Marina Roig, una de las letradas del líder de Omnium Cultural, Jordi Cuixart, es una de las que con más ahínco se ha entregado a intentar cuestionar cualquier detalle del testimonio de los funcionarios que actuaron el 1-O. "¿No es más cierto que no pudieron entrar porque trataron de entrar saltando encima de la gente, pisándola?", fue la pregunta-acusación de la letrada al quinto policía que explicaba su actuación en el Instituto Torreforta de Tarragona, donde varios miembros de la Policía Judicial resultaron lesionados al verse atrapados entre una multitud que aguardaba sentada su llegada, según explicaron ante el tribunal.            

La petición de amparo de Madrigal tras la pregunta-trampa tuvo respuesta del presidente del tribunal, Manuel Marchena, obligado a recordar a los defensores que no pueden "formular sus preguntas partiendo de versiones que los letrados consideran probadas o acreditadas". El presidente, que insistió en que lleva varios días pidiendo "sin éxito" a los letrados que dejen de usar esta argucia para intentar atrapar a los testigos, está teniendo poco eco en sus exigencias de sacar del juicio el debate de la supuesta violencia policial el 1-O por mucho que recuerde de forma machacona que los supuestos abusos durante las intervenciones el día del referéndum ilegal se sustancian en otros procedimientos y no en el Supremo.

Marchena, solo en los últimos días, ya ha llamado de manera reiterada la atención por sus ataques más o menos velados a los representantes de las fuerzas de seguridad a otros cuatro abogados: Alex Sola (el otro defensor de Cuixart); Jordi Pina y Ana Bernaola (defensores de Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull); y Andreu Van den Eynde (letrado de Oriol Junqueras y Raül Romeva). "El agente está bajo juramento, pero usted no. Lo estoy viendo desde hace varias sesiones y estoy intentando que las preguntas no partan de una versión que se considera acreditada", insistió Marchena a Roig con cierto aire de desesperación.                      

"Urnas a puñetazos"      
Que el rifirrafe entre las defensas, la Fiscalía y Marchena tuviera lugar a última hora del interrogatorio de la mañana no fue casual. A esa hora el tribunal estaba metido de lleno en el testimonio de lo ocurrido en Torreforta, uno de los centros donde más lesiones hubo entre los agentes, a pesar de que no hubo cargas.            

"Nos quedamos atrapados entre la masa. Y empezaron los golpes, los insultos, los pellizcos...". "Nos arrebataron las urnas a puñetazos", relató uno de los jefes del operativo que, como cuatro de sus subordinados, resultó herido allí. "Yo fui golpeado con una urna en la cabeza, cuando intentábamos salir", apuntó otro de los agentes de Torreforta, en un relato muy parecido al de las intervenciones en otros veinte colegios que este martes se escucharon en el Tribunal Supremo.

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