La Navidad se ilumina en Tarragona y Reus en una gris jornada de Black Friday

El comercio local de Tarragona apenas nota en ventas la rebaja de los precios. Reus contó con dos montajes lumínicos en el centro de la ciudad. En Tortosa hubo más gente en la calle

28 noviembre 2020 06:00 | Actualizado a 28 noviembre 2020 06:06
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El Black Friday y el encendido de luces de Navidad dieron movimiento a las tiendas y calles de las localidades de la demarcación hasta que la lluvia hizo acto de presencia. Con el alumbrado y esta campaña comercial, se puede decir que se dan por iniciadas unas fiestas que, cada año, parece que empiezan antes. 
En Tarragona, los comercios locales se adaptaron, un año más, a una campaña comercial del Black Friday que, en sus inicios, se celebraba el último viernes de noviembre, pero que, últimamente, empieza muchos días antes. Pese a que los descuentos de entre el 10% y el 60% se sostienen alrededor de una semana, el Black Friday no ha dejado un buen sabor de boca entre los comerciantes tarraconenses.

Los comercios asociados a la Via T iniciaron la campaña el viernes de la semana pasada con un descuento del 20% en todas las colecciones y, en general, las sensaciones son malas. Existen multitud de lecturas que explican el porqué de este resultado negativo. Para algunas comerciantes, como Sandra, de la tienda de ropa Me +, el cambio de hábitos de la población ha influido bastante: «Durante el confinamiento mucha gente aprendió a comprar por Internet», dice Sandra, que asegura que cada vez ve más furgonetas de empresas de reparto por las calles. 

Sandra comparte opinión con Toñi, de Angelina Moda, quien también cree que el confinamiento ha sido un «mazazo» para el comercio local. En su caso, la tienda que regenta ofrece unos productos con una demanda actual muy baja. «La mayoría de las prendas de ropa que están a la venta son para cenas y fiestas. Este año no se celebrarán eventos de estas características para Navidad y, por lo tanto, la gente no viene a comprar», explica Toñi, quien también ha apostado por rebajas del 10% al 20% a lo largo de toda la semana. 

En el Black Friday de este año también juega un papel fundamental las restricciones contempladas en el primer tramo de la desescalada planteada por la Generalitat. La principal medida en el ámbito comercial es el cierre de las grandes superficies como El Corte Inglés o el Parc Central. 

A los pequeños comercios les surgía la esperanza de que los potenciales clientes que podrían acudir a esos centros acabaran yendo de compras por el núcleo urbano de Tarragona. Pero no ha sido así. «Pensábamos que notaríamos más la incidencia del cierre de las grandes superficies y, al final, no. Ha habido algún día bueno, pero no es para tirar cohetes, ni mucho menos», explica Pilar, del Chivite 1947. 

Si el cierre de los centros comerciales tenía que ser positivo para los pequeños comercios, otra de las medidas restrictivas, el confinamiento perimetral, debía ser la principal nota negativa. Y así ha sido y será este fin de semana, ya que algunos establecimientos abren tanto hoy como mañana. La restricción de movilidad entre municipios ha supuesto un hándicap para las tiendas. «Hay vecinos de pueblos de alrededor y de Terres de l’Ebre que este fin de semana subirían», lamenta Pilar. 

Para Maria, de la tienda Lila, el Black Friday ha sido un «desastre». Ella abrió el negocio hace tres semanas y, desde entonces, reconoce que este viernes ha sido la peor jornada de todas. «No ha entrado nadie en todo el día. La poca gente que se ve por la calle pasa por delante y se queda mirando el escaparate, pero nada más», explica Maria. 

Lo cierto es que existen las dos caras de la moneda porque en el caso del Misako, la jornada no ha sido tan desastrosa. «Durante la mañana parece ser que se hace un poco más  de caja respecto a otras semanas», dice Mariona, su dependienta.

En lo que sí coinciden todos es en la constante lucha que viven los pequeños comercios que se ven perjudicados, a lo largo del año, por el crecimiento de la venta online y de las grandes superficies. El acceso en coche al centro de la ciudad es uno de los hándicaps para el comercio local. «Aparcar en el centro de Tarragona es difícil y caro. Al ciudadano le sale más a cuenta irse a un centro comercial donde, además, puede gozar de una hora gratis de aparcamiento», dice Teresa, del Lamêrs, quien, como los otros comerciantes, pide apoyo para las pequeñas tiendas de Tarragona.

Por otro lado, el encendido de las luces de Navidad puso color a un día gris y dio por iniciada la campaña de Navidad en la ciudad que lleva por título ‘Tarragona, el millor regal’. La concejala de Comerç, María José López, destacó que «se trata de una Navidad que, más que nunca, pone en valor la cercanía y los detalles cotidianos». Una campaña que, según el Ayuntamiento, invita a los ciudadanos a vivir estas fechas de manera «íntima, segura y solidaria».

Reus

La capital del Baix Camp acogió el encendido de luces navideñas de ayer tarde a las 19 horas y lo hizo como si fuera una postal. Y es que, con un ‘skyline’ marcado por las luces intermitentes de los relámpagos y la Prioral de Sant Pere al fondo, el árbol de la plaza del Mercadal y el resto de luces de la ciudad resplandecieron una vez fueron accionados a la vez. De hecho, lo hicieron media hora más tarde de lo convenido.  

La espera valió la pena, pues sirvió para que la plaza del Mercadal fuera llenándose de gente, que acudió –comedida al principio– a presenciar el comienzo oficial de la campaña navideña. Muchos acudieron preparados con sus paraguas y los más pequeños con mucha ilusión: no quisieron perderse el gran acontecimiento e hicieron gala de su espíritu navideño con actitud impaciente.  

Desde el balcón del Ayuntamiento, por otro lado, el encargado de ponerlo ‘todo en marcha’ fue el alcalde de Reus, Carles Pellicer, quien realizó la cuenta atrás del encendido. De forma simbólica, eso sí, accionó lo que pareció ser un gran botón ornamentado con la rosa de Reus en la base. Tuvo que accionarlo dos veces para que el Mercadal se iluminara. El resultado fue vistoso: el árbol de 15 metros de altura brilló y los asistentes aplaudieron contentos, con algún grito de alegría.    
El lema de la campaña ‘Reus és Nadal’, entre otros elementos navideños, se hizo visible a través de un par de montajes lumínicos proyectados en el suelo y que la ciudadanía pudo ver reflejándose a sus pies, en la plaza de la Llibertat y en la del Mercadal. 

Tortosa

A lo largo de esta semana muchos comercios de las principales ciudades ebrenses, como Tortosa, Amposta o la Ràpita, también lucían en sus escaparates numerosos descuentos para estos días por el ‘Black Friday’. Sin embargo, ayer la intensa lluvia aguó, valga la redundancia, en gran parte la jornada, especialmente por la tarde. Además, en viernes por la tarde hubiera habido muchos más clientes por las zonas comerciales pero el confinamiento municipal perjudica por ejemplo a Tortosa, ya que son muchos vecinos de otros pueblos los que se acercan a hacer sus compras también de cara Navidad. 
«Es pronto para valorar, pero por la mañana sí ha habido clientes. Ha ayudado que la restauración está por fin abierta y se ve mucha más gente por las calles», valoraba ayer la presidenta de la Federació de Comerç de Tortosa, Maria José Ferré. 

Para los comerciantes, el Black Friday marca el inicio de la campaña de Navidad, y en el caso de Tortosa en los últimos años son cada vez más las tiendas que se adhieren a esta iniciativa de descuentos y promociones por esta tradición americana. 

Para hoy se espera mucho más dinamismo. «Los sábados son el día más importante parar las compras y esperamos que la lluvia nos respete un poco y haya más clientes. Nos perjudica mucho el confinamiento municipal en el caso de Tortosa. Esperemos que pronto se retire, pero debemos de llevarlo lo mejor posible», dice Ferré.

Comentarios
Multimedia Diari