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Tras cinco años en la iglesia de San Antonio de Padua, la comunidad Palavra Viva se fue el domingo del centro religioso de la Rambla Nova de Tarragona. La decisión fue tomada por los responsables de la comunidad en Brasil que, según fuentes del Arzobispado de Tarragona, pidieron rescindir el contrato misionero que tenían con la iglesia de la ciudad y que finalizaba el año 2023.
Por todo ello, el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ofició, el pasado 21 de diciembre, una misa para despedir y agradecer a los miembros de Palavra Viva el trabajo llevado a cabo estos últimos cinco años. Después de esta etapa pastoral en la archidiocesis, el hasta ahora capellán de la iglesia de San Antonio de Padua, P. Marcelo de Oliveira, y la comunidad ya han vuelto a Brasil. «Esperamos que allí, con su largo encuentro que tienen programado, puedan reencontrar el sentido de lo que son y lo que hacen, y que el Espíritu Santo los ilumine adecuadamente para que puedan servir verdaderamente la causa del Evangelio en el lugar donde estén», explicaba en la homilía Planellas, quien se mostró sorprendido por la decisión de los responsables brasileños de Palabra Viva. Con el contrato misionero rescindido, la vuelta de la comunidad a Tarragona es toda una incógnita.
Joaquim Fortuny, nuevo capellán
El arzobispo Planellas también manifestó la voluntad de que en esta iglesia, que se encuentra en un lugar tan céntrico de la ciudad de Tarragona, se «continúe ofreciendo el acompañamiento espiritual que, de una manera tradicional, se ha venido realizando». En este sentido, el arzobispo, al finalizar la celebración, anunció que Mn. Joaquim Fortuny será el nuevo capellán de esta iglesia y que contará con la ayuda de Mn. Luis Simón, sacerdote que ya colabora actualmente.
Recordemos que esta iglesia se convirtió el pasado octubre en el primer centro religioso del territorio en albergar un lugar de culto de Adoración Perpetua, gracias a su capilla abierta 24 horas.
