La donación de sangre en el 'Diari', un éxito

La sede del Diari fue ayer, por tercera vez, punto móvil en una jornada de donación. Las instalaciones se llenaron

19 mayo 2017 16:16 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:21
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La gente va y viene de la sede del Diari de Tarragona. No son sólo trabajadores; también son donantes de sangre. Eso es lo que se vivió ayer, cuando los solidarios que se acercaron a donar ofrecieron su sangre a la sociedad. A cambio, además de la satisfacción, obtuvieron una suscripción mensual gratuita al Diari.

El ambiente era distendido y calmado, sin caras de angustia ni descontento. Los únicos que se marcharon desilusionados fueron los que no superaron los requisitos para donar.

Hablando con el personal médico, recalcaron lo importante que es la donación de sangre en Catalunya y la satisfacción que sienten los donantes. Actualmente cuentan con sangre para 9 días, situación óptima que se consigue con estas campañas de donación. Aumentaron mucho el stock de sangre en la última maratón de Catalunya, pero nunca se puede bajar la guardia dado que la sangre caduca al poco tiempo. Según Míriam Gili, técnica de promoción en la jornada de donaciones, «nos mantenemos gracias a estas campañas».

Y ésta fue muy especial. Tras rellenar un formulario y pasar unas pruebas por parte de la médico de la campaña, los donantes se tumbaron en la camilla, la mayoría con una sonrisa en la cara.

Muchos de ellos eran donantes asiduos, pero para algunos era la primera vez. Este era el caso de Mónica Ruiz, quien declaró que «siempre había querido pero nunca me había atrevido», pero conociendo la importancia de su aportación y tras notar gratamente que no sentía ningún dolor, afirmó que «es una experiencia mejor de lo que pensaba» y añadió que se sentía «muy orgullosa por contribuir».

El día tuvo algunas anécdotas. Hubo una pareja que tenía dudas sobre la cantidad de sangre que debían donar. Temían que fuera un litro, pero se les aclaró que tan sólo eran 470 ml de la donación y 30 ml de la analítica.

Para eso estaba el personal médico. Para esclarecer dudas, para ayudar a la gente y para hacerla sentirse cómoda en el proceso. El personal recordaba que no se podía acudir en ayunas, pero eso no era problema, ya que había una mesa con refrigerios.

Algunos de los presentes demandaban la presencia de la gente joven, pero este año no ha sido un problema. Keila Gálvez, de 21 años, declaraba que ha donado ya «5 ó 6 veces». Gálvez fue especialmente importante ya que su grupo sanguíneo es 0-, una donante universal. Un compañero suyo de clase, de trabajo social en la Universitat Rovira i Virgili, la acompañaba.

Christian Patricio, de 20 años, dijo que la primera vez que donó fue con 18 años, y que desde entonces ha donado sangre «unas 7 veces». Ambos salieron de clase y acudieron a la jornada sin pensárselo dos veces. Es más, Patricio afirmó «que iría a buscar a más compañeros» para que donaran también. También afirmó que «quién sabe la situación a la que me llevará la vida» y que «hay que dar si algún día esperas recibir».

Estas declaraciones fueron muy repetidas por los presentes, quienes mostraban como principal motivación su solidaridad y sus inquietudes sobre el futuro. Ramón López, de 56 años, es donante habitual porque «hay gente que la necesita y tal vez algún día yo la necesite».

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