La estafa de los falsos soportes técnicos o de Microsoft llega a Tarragona

Los delincuentes consiguen los datos de la víctima y con ellos realizan transferencias o compran criptomoneda. Los Mossos han recibido 22 denuncias al respecto sólo en el Tarragonès

06 enero 2020 00:20 | Actualizado a 06 enero 2020 17:17
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

No es una estafa nueva, aunque desde hace unos meses se han incrementado las llamadas que han recibido muchos tarraconenses para hacerles caer en el engaño. La conocida como estafa de los falsos soportes técnicos o de Microsoft se está extendiendo últimamente por toda Catalunya y también ha llegado con fuerza a la demarcación de Tarragona. Los primeros casos se comenzaron a dar en 2017, pero ha sido a partir de septiembre cuando las cifras se han disparado.

Los Mossos d’Esquadra ya han recogido, solo en las dos comisarías del Tarragonès –Tarragona y Salou-Vila-seca–, 22 denuncias de afectados. Muchos afectados ni siquiera se acercan a las dependencias policiales para denunciarlo, en muchos casos por vergüenza al haber caído en la trampa. Una situación diferente es cuando los delincuentes consiguen los datos bancarios, con los cuales realizan compras y extracciones.

La víctima recibe una llamada normalmente en su teléfono fijo, aunque también se ha dado algún caso de en el móvil. El interlocutor se identifica como miembro del equipo de soporte técnico de Microsoft y le pide cinco euros para descargarse un programa para solucionar un inexistente problema técnico en su ordenador. Seguidamente le dicen al usuario que introduzca un programa de control remoto –que es legal– en el teléfono móvil u ordenador. Asimismo, con el control remoto, pueden acceder a los datos y contraseñas de la víctima. Seguidamente le piden dinero para solucionar el problema.

Para poder cobrar el importe, el ciberdelincuente solicita la tarjeta bancaria así como el número de cuenta y el DNI. A través de la propia cámara del ordenador, le hacen una foto. Y con toda esta información, el estafador ya lo tiene todo para poder utilizarla y conseguir su objetivo. Con estos datos puede pedir préstamos, tartjetas virtuales o cibertarjetas e incluso transferencias o compras por internet, cargando el importe a la víctima, comenta al Diari el cabo del Grup d’Estafes de la Unitat d’Investigació del Tarragonès de los Mossos d’Esquadra.

Normalmente, en el teléfono de la víctima le sale que la llamada se está realizando desde el extranjero. En otras ocasiones se oculta el número y en otras aparenta ser un número de España, aunque no es real porque ha sido manipulado. En realidad, los autores de estas llamadas suelen estar lejos de aquí: Pakistán, Gran Bretaña, Nueva Zelanda o al India, a tenor de lo que han podido investigar los Mossos d’Esquadra.

La mayoría de las personas que llaman lo hacen en castellano, pero con acento inglés. La comunicación puede durar incluso cuatro horas. A veces, los delincuentes realizan varias llamadas para conseguir su objetivo.

El Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad) subraya que el paso «crucial» en este proceso consiste en que, con la excusa de que se trata de un error muy serio que requiere tomar medidas urgentemente, se solicita la instalación de un programa de acceso remoto. Estas herramientas permiten el control de un ordenador o un móvil a distancia y en este caso, si se acepta, se pone toda la información al alcance de los ciberdelincuentes.

Con los datos conseguidos, muchos de los ciberdelincuentes los utilizan para la compra de criptomoneda, porque es más difícil de dejar rastro. En otras ocasiones, realizan compras por internet. En el caso de los afectados de Tarragona que lo han denunciado ante los Mossos d’Esquadra –todos tienen entre 50 y 70 años de edad–, las cantidades estafadas son muy variadas, van de los 700 a los 30.000 euros, pasando por los 1.500, 8.700, 17.000, 1.900, 16.000 y 8.000.

Investigación complicada

El hecho de que los autores estén en el extranjero, y especialmente fuera de Europa, complica mucho la investigación, reconoce el cabo del Grup d’Estafes de la Unitat d’Investigació del Tarragonès de los Mossos d’Esquadra. «Se tienen que pedir comisiones internacionales. Y es muy difícil que un juez te la conceda por el gran trabajo que supone. Además, se sabe que no se va a localizar a los autores», reconoce el responsable policial. Asimismo, cuando uno tiene que ir detrás de los bitcoins «se pierde completamente el rastro. Y los delincuentes lo saben».

Pero aunque sea difícil seguir el rastro, no significa que sea imposible. Lo principal es recibir la denuncia rápidamente. Porque de esta manera se puede saber todavía dónde está el dinero de la transferencia y, con la colaboración de la entidad bancaria, se puede bloquear la transferencia ya que, al ser de carácter internacional, se tarda entre uno y dos días en materializarse. En este sentido, el cabo recuerda que de esta manera se pudieron recuperar 1.900 euros de un afectado, cuando los delincuentes ya habían adquirido bitcoins.

Sólo algunas entidades bancarias devuelven el dinero estafado a la víctima, pero la mayoría, no.

Comentarios
Multimedia Diari