La guerra del taxi amenaza de nuevo, con el Govern de espectador

No hay acuerdo para la creación de un área metropolitana y la calma tensa de los últimos meses podría derivar en un nuevo conflicto cuando Tarragona pierda servicios

19 mayo 2017 17:00 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:02
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úria riu
Diez años desde la inauguración de la estación del AVE Camp de Tarragona y el conflicto con el sector del taxi está debajo de la alfombra sin que nadie se haya atrevido a afrontarlo con demasiadas ganas. Es espinoso, hay un contencioso administrativo de por medio y previsiblemente dentro de unos meses, cuando entre en funcionamiento el desdoblamiento de la línea de costa, y la estación de Tarragona ciudad pierda trenes, se acabará la tregua.
Y, en medio de este panorama, las administraciones depuran sus responsabilidades. Los ayuntamientos no tienen competencias para abordar una cuestión que afecta a varios municipios, mientras que la Generalitat, que sí las tiene, afirma que debe haber un acuerdo a nivel local para que pueda ratificarlo después la administración catalana.
Con todo, ahora mismo sigue lo establecido en 2009 según el cual los taxistas locales –nueve en La Secuita y cuatro en Perafort– tienen prioridad. Si cuando estos han cargado aún hay clientes, pueden hacerlo el resto. Se llegó a este «consenso» después de dos años con protestas y en los que incluso se vivió alguna situación que llegó a las manos.
Aunque el conflicto se reabría tras un decreto de la Generalitat según el cual, los vehículos con un precontrato con un cliente pueden ir a cargar. Una resolución que, según el Ayuntamiento de La Secuita, rompía el acuerdo previo, y que ahora mismo tiene un contencioso administrativo.
La Secuita y Perafort defienden la creación de una área metropolitana en la que todos puedan moverse libremente. Tarragona por su parte aboga por la creación de una zona compartida. Y, finalmente, Reus y los municipios de costa no mantienen un papel muy activo.
La concejal de Plans de Mobilitat i Accessibilitat del Ayuntamiento de Tarragona, Begoña Floria, reconoce que «a nivel político no es un tema que ahora mismo esté encima de la mesa». Pese a ello, defiende que es la Generalitat quien debe tomar la iniciativa. «Entiendo que en este tema deben hacer de mediadores y ser los responsables de impulsar un acuerdo», dice Floria.
La postura del consistorio tarraconense pasa por crear una zona compartida entre los nucleos centrales del Tarragonès, que sea una avanzadilla del área metropolitana. 
Con 93 licencias, Tarragona tiene un problema. «Nos estamos quedando sin ninguna infraestructura importante. La estación urbana ha perdido trenes, después fue la prisión de El Catllar y muy pronto también perderemos los Euromed y los Talgo», argumenta Sergi Marquès, presidente de Radio Taxi Tarragona. 
El Catllar y Els Pallaresos
Igual que el Ayuntamiento, defienden un área de prestación conjunta, en la que además proponen que se sume Els Pallaresos y El Catllar (ambos con una licencia) por lo que quedaría una flota de 116 vehículos. «No estamos en desacuerdo de un área metropolitana, pero si no nos ponemos de acuerdo tres municipios será difícil. Si la Generalitat no hace de árbitro, difícilmente podrá tirar adelante».
Marquès ya avanza que de cara al año que viene la cuerda puede volver a tensarse. «En el momento en el que no te ganas la vida, las cosas cambian. Está claro que si no hay un acuerdo, tendremos que manifestarnos», dice.
Aunque los profesionales locales son más escépticos. Estos se han organizado bajo la Agrupación Taxi Estación Camp de Tarragona. Defienden que la resolución actual es «satisfactoria». Aunque son «reticentes» con la situación que se está generando con los contratos. Y es que, no acaban de estar convencidos de la creación de un área de libre circulación. «¿Con quién la área metropolitana? Con Tarragona o también con Cambrils y Salou, porque aquí hay muchos factores. Tarragona tendría mucho que ganar y nosotros muchos que perder, pero si entran los municipios de costa ya es otra cosa», defiende Óscar.
Tampoco es partidario de esta área el presidente de la Agrupació Provincial del Taxi a Tarragona, Joaquim Olivé. «Es un concepto que está obsoleto. En Barcelona se hizo, hace muchísimos años, pero ahora mismo sería como tirar cuarenta años atrás», explica. Defiende que ahora mismo hay otros mecanismos. «Hay la tecnología necesaria para estar conectados todos a una macrocentral, y si en un momento determinado hay una demanda puntal, pueden derivarse vehículos», dice Olivé. Una solución que «permite respetar a los taxis de cada población  en su entorno, sin dejar ningún cliente desatendido».
También en la costa
De hecho, esto ya es lo que vienen haciendo los profesionales de Cambrils y de Salou desde hace cuatro años. La asociación Taxi Servei Logística de Salou (31 licencias) y Radio Taxi Cambrils (23 licencias) llegaron a un acuerdo para engancharse de forma conjunta a la central de Barcelona y compartir servicios. 
«La gente cada día está más contenta porque yo de entrada no puedo ir a cargar a Salou, pero si hay un servicio y allí no pueden nos llaman», describe Juan Lechuga, vicepresidente de la agrupación cambrilense. Argumenta que esta sería la mejor solución para resolver de forma definitiva el conflicto que se originó hace diez años con la llegada de la alta velocidad. «¿Qué entendemos por metropolitano? Lo que no puede ser es que en verano hagan todos el agosto en Cambrils, mientras dejan los pueblos desatendidos y después en invierno hay trabajo para todos», manifiesta Juan Lechuga.
Esta localidad del Baix Camp suma 26 licencias, demasiadas a partir de otoño, cuando la mitad de la flota trabaja una semana sí, la otra no.
Los profesionales de la capital de la Costa Daurada también defienden que ésta sería la mejor opción. «A nosotros la estación del AVE es algo que tampoco nos incumbe mucho porque normalmente no cargamos nunca allí», explica por su parte el salouense Antonio Mendoza. Cuestión a parte merece el aeropuerto de Reus. Y es que los taxistas de la capital del Baix Camp pueden ser los proximos en sumarse a este colectivo que pasaría a disponer de una flota de 110 vehículos.
El presidente de Taxis de Reus, David Martínez, está a la expectativa. «Aún falta que entre en marcha», dice. Los profesionales reusenses mantienen distancia con la situación del AVE «es más un tema entre Tarragona, La Secuita y Perafort», defiende Martínez. Y añade: «El área metropolitana se ha demostrado que es una cosa que soluciona los problemas». 
Diez años desde la inauguración de la estación del AVE Camp de Tarragona y el conflicto con el sector del taxi está debajo de la alfombra sin que nadie se haya atrevido a afrontarlo con demasiadas ganas. Es espinoso, hay un contencioso administrativo de por medio y previsiblemente dentro de unos meses, cuando entre en funcionamiento el desdoblamiento de la línea de costa, y la estación de Tarragona ciudad pierda trenes, se acabará la tregua.

Y, en medio de este panorama, las administraciones depuran sus responsabilidades. Los ayuntamientos no tienen competencias para abordar una cuestión que afecta a varios municipios, mientras que la Generalitat, que sí las tiene, afirma que debe haber un acuerdo a nivel local para que pueda ratificarlo después la administración catalana.

Con todo, ahora mismo sigue lo establecido en 2009 según el cual los taxistas locales –nueve en La Secuita y cuatro en Perafort– tienen prioridad. Si cuando estos han cargado aún hay clientes, pueden hacerlo el resto. Se llegó a este «consenso» después de dos años con protestas y en los que incluso se vivió alguna situación que llegó a las manos.

Aunque el conflicto se reabría tras un decreto de la Generalitat según el cual, los vehículos con un precontrato con un cliente pueden ir a cargar. Una resolución que, según el Ayuntamiento de La Secuita, rompía el acuerdo previo, y que ahora mismo tiene un contencioso administrativo.

La Secuita y Perafort defienden la creación de una área metropolitana en la que todos puedan moverse libremente. Tarragona por su parte aboga por la creación de una zona compartida. Y, finalmente, Reus y los municipios de costa no mantienen un papel muy activo.

La concejal de Plans de Mobilitat i Accessibilitat del Ayuntamiento de Tarragona, Begoña Floria, reconoce que «a nivel político no es un tema que ahora mismo esté encima de la mesa». Pese a ello, defiende que es la Generalitat quien debe tomar la iniciativa. «Entiendo que en este tema deben hacer de mediadores y ser los responsables de impulsar un acuerdo», dice Floria.

La postura del consistorio tarraconense pasa por crear una zona compartida entre los nucleos centrales del Tarragonès, que sea una avanzadilla del área metropolitana.

Con 93 licencias, Tarragona tiene un problema. «Nos estamos quedando sin ninguna infraestructura importante. La estación urbana ha perdido trenes, después fue la prisión de El Catllar y muy pronto también perderemos los Euromed y los Talgo», argumenta Sergi Marquès, presidente de Radio Taxi Tarragona.

El Catllar y Els Pallaresos

Igual que el Ayuntamiento, defienden un área de prestación conjunta, en la que además proponen que se sume Els Pallaresos y El Catllar (ambos con una licencia) por lo que quedaría una flota de 116 vehículos. «No estamos en desacuerdo de un área metropolitana, pero si no nos ponemos de acuerdo tres municipios será difícil. Si la Generalitat no hace de árbitro, difícilmente podrá tirar adelante».

Marquès ya avanza que de cara al año que viene la cuerda puede volver a tensarse. «En el momento en el que no te ganas la vida, las cosas cambian. Está claro que si no hay un acuerdo, tendremos que manifestarnos», dice.

Aunque los profesionales locales son más escépticos. Estos se han organizado bajo la Agrupación Taxi Estación Camp de Tarragona. Defienden que la resolución actual es «satisfactoria». Aunque son «reticentes» con la situación que se está generando con los contratos. Y es que, no acaban de estar convencidos de la creación de un área de libre circulación. «¿Con quién la área metropolitana? Con Tarragona o también con Cambrils y Salou, porque aquí hay muchos factores. Tarragona tendría mucho que ganar y nosotros muchos que perder, pero si entran los municipios de costa ya es otra cosa», defiende Óscar.

Tampoco es partidario de esta área el presidente de la Agrupació Provincial del Taxi a Tarragona, Joaquim Olivé. «Es un concepto que está obsoleto. En Barcelona se hizo, hace muchísimos años, pero ahora mismo sería como tirar cuarenta años atrás», explica. Defiende que ahora mismo hay otros mecanismos. «Hay la tecnología necesaria para estar conectados todos a una macrocentral, y si en un momento determinado hay una demanda puntal, pueden derivarse vehículos», dice Olivé. Una solución que «permite respetar a los taxis de cada población en su entorno, sin dejar ningún cliente desatendido».

También en la costa

De hecho, esto ya es lo que vienen haciendo los profesionales de Cambrils y de Salou desde hace cuatro años. La asociación Taxi Servei Logística de Salou (31 licencias) y Radio Taxi Cambrils (23 licencias) llegaron a un acuerdo para engancharse de forma conjunta a la central de Barcelona y compartir servicios.

«La gente cada día está más contenta porque yo de entrada no puedo ir a cargar a Salou, pero si hay un servicio y allí no pueden nos llaman», describe Juan Lechuga, vicepresidente de la agrupación cambrilense. Argumenta que esta sería la mejor solución para resolver de forma definitiva el conflicto que se originó hace diez años con la llegada de la alta velocidad. «¿Qué entendemos por metropolitano? Lo que no puede ser es que en verano hagan todos el agosto en Cambrils, mientras dejan los pueblos desatendidos y después en invierno hay trabajo para todos», manifiesta Juan Lechuga.

Esta localidad del Baix Camp suma 26 licencias, demasiadas a partir de otoño, cuando la mitad de la flota trabaja una semana sí, la otra no.

Los profesionales de la capital de la Costa Daurada también defienden que ésta sería la mejor opción. «A nosotros la estación del AVE es algo que tampoco nos incumbe mucho porque normalmente no cargamos nunca allí», explica por su parte el salouense Antonio Mendoza. Cuestión a parte merece el aeropuerto de Reus. Y es que los taxistas de la capital del Baix Camp pueden ser los proximos en sumarse a este colectivo que pasaría a disponer de una flota de 110 vehículos.

El presidente de Taxis de Reus, David Martínez, está a la expectativa. «Aún falta que entre en marcha», dice. Los profesionales reusenses mantienen distancia con la situación del AVE «es más un tema entre Tarragona, La Secuita y Perafort», defiende Martínez. Y añade: «El área metropolitana se ha demostrado que es una cosa que no soluciona los problemas».

 

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