El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
«No podemos dejar que unos compañeros luchen y se dejen la piel por un bien común para todos y no les apoyemos». Este era el mensaje que lanzaba ayer domingo por la tarde un taxista de Tarragona en referencia a la huelga indefinida que han emprendido sus compañeros de Barcelona en contra del auge sin freno de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC). Un paro que los taxistas barceloneses decidieron ayer mantener pese a la oferta de diálogo del Ministerio de Fomento.
El taxista, que prefirió no desvelar su nombre, se quejaba amargamente de la división que hay en el sector. «Cada uno va por su cuenta. No puede ser», decía.
Esa división puede convertirse en unidad, o no, entre hoy domingo y mañana lunes. Según explicó ayer al Diari el presidente de la Agrupación Radio Taxi de Tarragona, Sergi Marquès, las agrupaciones de taxistas de la ciudad, Reus, Salou, Cambrils, Vila-seca-La Pineda y la estación del AVE del Camp de Tarragona discutirán qué medidas toman para apoyar a sus compañeros de Barcelona.
Entre esas medidas están ir a la huelga, como ya han hecho Madrid, Valencia o Alicante, entre otras ciudades. También que taxistas de Tarragona se desplacen a Barcelona y se sumen al corte del centro de la capital catalana, al igual que decenas de taxistas no sólo de Catalunya sino de Bilbao o Sevilla. O que los taxistas de Tarragona realicen una marcha lenta por la propia ciudad. No sería la primera vez. El pasado 26 de abril de 2017, unos 200 taxistas bloquearon la Plaça Imperial Tarraco en protesta, precisamente, por las licencias de los VTC.
«En Tarragona tomar decisiones es más difícil porque no contamos con una entidad metropolitana como en Barcelona y cada Ayuntamiento marca sus propias normas», explica Marquès.
Según el presidente de la Agrupación Radio Taxi de Tarragona, los VCT operan sobre todo en la zonas turísticas. El Camp de Tarragona cuenta con unas 70 licencias de estos vehículos. En el área metropolitana de Barcelona hay 1.437, una cantidad que puede verse incrementada en breve.
Marquès sostiene que es mejor apostar por el diálogo antes de tomar medidas drásticas, como la huelga indefinida, pero defiende que sus compañeros de Barcelona no han tenido más remedio: «Nadie quiere parar porque te perjudicas a ti mismo, a los turistas, a la economía en general, pero si desde Madrid no hacen caso es la única vía. Los políticos tienen que buscar una solución».
Las protestas continuarán pese a la oferta de Fomento, que ayer anunció que convocará a las principales asociaciones y federaciones del Taxi y de (VTC) a sendas reuniones mañana lunes, para abordar el conflicto y tratar de que «vuelvan a la normalidad».
Las protestas se originaron el pasado miércoles, cuando los taxistas de Barcelona iniciaron dos jornadas en apoyo al reglamento del Área Metropolitana que limitaba la actuación de compañías como Uber y Cabify.
Pero el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya suspendió el viernes este reglamento por considerar que el Área Metropolitana de Barcelona «carece de potestad reglamentaria» para regular las licencias VTC.
La cartera que dirige José Luis Ábalos hizo ayer un llamamiento «a la calma» y solicitó a las asociaciones de taxistas movilizadas en Barcelona y Madrid «la vuelta a la normalidad, como paso previo y necesario para avanzar hacia una solución conjunta con todas las administraciones afectadas».
«Fomento apuesta por el diálogo entre las distintas administraciones, así como entre los sectores implicados, que facilite una convivencia equilibrada entre el Taxi y VTC», dijo Fomento.
Pese a este llamamiento al diálogo, los taxistas de Barcelona siguen ocupando la confluencia de Paseo de Gràcia con la Gran Vía de Barcelona y el tramo central de la propia Gran Vía.
La asociación de las VTC, Unauto, solicitó al Gobierno que no ceda ante el «chantaje», y denunció «la oleada de violencia» que protagonizó el jueves y viernes el sector del taxi durante la jornada de huelga en Barcelona.
Los Mossos d’Esquadra identificaron el viernes a 20 personas después de que un grupo de taxistas volcara un vehículo de alquiler con conductor en el aeropuerto de Barcelona-El Prat.
