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La industria química de Tarragona, considerada esencial desde que se decretó el estado de alarma por la crisis del Covid-19, no ha dejado de trabajar. Eso sí, adaptándose a la nueva realidad marcada por la emergencia sanitaria.
Juan Pedro Díaz, gerente de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), explica al Diari que «la sociedad ha podido ver cómo el sector químico se ha adaptado a lo que la situación y la sociedad demandaban en estos momentos tan complicados. Las empresas han modificado sus planes de producción para dar respuesta a la elevada necesidad de determinados productos relacionados con la emergencia sanitaria, o con bienes de primera necesidad imprescindibles en estos momentos».
Por ejemplo, «productos como el polipropileno y el polietileno, esenciales en mucha material médico, han registrado modificaciones en la demanda de determinados productos. Se ha detectado, por ejemplo, un incremento de la demanda de productos plásticos que se utilizan en la fabricación de material sanitario y alimentario (mascarillas, bolsas de suero, jeringuillas, film para la protección de alimentos) tales como el polietileno, el polipropileno o el alcohol polivinílico», explica Díaz.
En Repsol constatan este aumento en la producción de estos productos. Fuentes de esta compañía confirman que «la fabricación de productos químicos (no combustibles), debido a la demanda de los materiales vinculados a la alimentación, la higiene, los usos para farmacia y el ‘textil’ médico o de uso médico, ha aumentado».
Paralelamente, esta adaptación a las circunstancias también ha provocado que la producción de otros productos haya decaído. En este sentido, Juan Pedro Díaz especifica que «se han detectado descensos de la demanda de otros productos, en especial por parte de sectores que han tenido que reducir o incluso que interrumpir la producción y que en sus procesos utilizan productos de la industria química, tales como la industria automovilística, de la construcción, de los electrodomésticos, o del sector del transporte».
Un análisis que comparten desde Repsol, donde especifican que «por lo que se refiere a la producción del área de refino, las unidades de fabricación de combustibles están en servicio, si bien adaptadas a la disminución de la demanda que hay en algunos productos». En cuanto a la fabricación de productos químicos, en Repsol también han experimentado una disminución de materiales destinados a mobiliario (especialmente muebles de jardín u hostelería), automoción, industria o construcción.
Higiene y seguridad extrema
En un sector donde la cultura de la seguridad está muy arraigada, reforzar estas medidas no ha sido difícil. Desde la AEQT explican que «esto se ha podido realizar de manera ágil, porque los conceptos de seguridad y el cumplimiento estricto de protocolos y medidas extremas forman parte de nuestro ADN»
En el caso del complejo industrial de Repsol en Tarragona se tomaron medidas de manera inmediata para proteger a sus trabajadores y a los de las empresas colaboradoras que, desde hace unos 15 días, se están volviendo a reincorporar poco a poco al trabajo en las instalaciones. Por lo que respecta al personal de oficinas trabaja desde casa.
Entre las medidas específicas puestas en marcha por Repsol para reforzar la seguridad está la instalación de mamparas para aislar las zonas de trabajo de los operadores de panel, cámaras térmicas para medir la temperatura a la entrada del complejo o marcas en el suelo para delimitar el ‘espacio social’ en zonas de paso.
El sector químico tiene claro que tendrá «que remar mucho para volver a la normalidad, pero hemos demostrado saber resistir en tiempos difíciles», dice Díaz.
