La lenta recuperación del Mercat de Torreforta

En los últimos meses ha abierto una tienda de frutas y verduras y próximamente también lo hará una panadería. El objetivo es alcanzar la plena ocupación con una rebaja de las concesiones

07 octubre 2020 18:30 | Actualizado a 08 octubre 2020 04:47
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Clàustre Bonachi hace dos años que abrió la pescadería Pili en el Mercat de Torreforta. Tras más de cincuenta años de profesión, de los cuales 27 los pasó en el Mercat Central, se establecía por su propia cuenta en el barrio y el mercado recuperaba la venta de pescado fresco, que había perdido en pleno declive. «Ha sido un cambio radical. Aquí prácticamente podemos decir que estamos en familia. En cambio, los sábados se trabaja mucho porque hay mercado», explica.

Bonachi fue la penúltima paradista en llegar. El pasado mes de junio se estableció un negocio de venta de fruta y verdura, que por el momento tan solo abre tres días a la semana. Pese a ello, supone un nuevo paso para conseguir la diversificación de productos, imprescindible para que los clientes vuelvan a confiar en el mercado.

Esta ha sido uno de los objetivos de la Empresa de Serveis i Promocions d’Iniciatives Municipals SA (Espimsa), que a mediados de julio sacó a licitación un nuevo concurso para la concesión de los espacios vacíos. Próximamente abrirá una panadería, mientras que también se ha conseguido un acuerdo con la empresa de informática Beep para ocupar uno de los locales del exterior, en el que antiguamente había La Caixa. Asimismo, el presidente de Espimsa, Dídac Nadal, avanza que hay otras dos personas interesadas, una del sector de la pesca salada y la otra una carnicería.

"Estamos intentando que el mercado forme parte del día a día del barrio con actos de dinamización"

El objetivo que se ha fijado es alcanzar la plena ocupación. De las quince paradas hay cuatro que están cerradas y volverán a salir a licitación. Hay que sumarle los espacios que si que están concesionados y que sus titulares mantienen con la persiana bajada. Es el caso de la pescadería Herminio. «Esto no puede ser, porque el reglamento establece que en caso de ausencia prolongada puede rescindirse, por lo que vamos a hablar con el titular para resolverlo», apuntaba Nadal.

La empresa pública ha tomado algunas decisiones que afectan al Mercat de Torreforta. «Empezamos reduciendo las expectativas económicas en la subasta de las paradas y flexibilizando la tramitación para hacer más rápido y cómodo el proceso», argumenta el dirigente de Junts per Tarragona. El canon anual va de los 300 a los 750 euros.

"Todo esto ha mejorado. Hemos pasado del que se muera a vamos a revivirlo"

En paralelo, la compañía pública ha contratado los servicios de un abogado para agilizar los procesos, de forma que no se pierdan oportunidades por culpa de la burocracia.

Los paradistas se muestran contentos de que «por fin» las noticias que llegan sean de nuevas aperturas, en lugar de cierres. «Hemos pasado del que se muera a vamos a revivirlo», indica Pedro Angel Delgado. Este lleva casi treinta años en el Mercat de Torreforta, tras seguir los pasos de la madre. «Siempre ha habido subidas y bajadas y momentos en los que nos hemos ganado bien la vida y otros en los que no tanto, pero el problemas es que los hijos no quieren seguir», defiende.

La más veterana en el mercado es Maria del Carmen Molina Moreno que en marzo del año que viene cumplirá 39 años al pie del cañón. Explica que durante el confinamiento la afluencia de clientes se incrementó notablemente. «Había tanta gente en el Mercadona, que hubo quien se asustó y vino de nuevo», indica. La mayoría hacían sus pedidos por teléfono y pasaban a recogerlos más tarde. Sin embargo, muchos de estos clientes no se han quedado. «Duró dos meses en los que se vendió bien», indica.

"Lo que se hizo mal fue que no dejaron poner un supermercado. Gente llama a gente"

Molina Moreno no duda en atribuir el declive del mercado a las grandes superficies comerciales. Y, en este sentido, defiende que este también debería ponerse al día para no quedarse atrás. «Si hubiera un supermercado dentro muchos de los problemas se arreglarían», indica.

Es una opción que se estudió e incluso hubo alguna propuesta encima de la mesa, sin que llegara a materializarse. «Si miras la parte de abajo nadie puede estar interesado porque necesitaríamos 500.000 euros tan solo para ponerlo todo en su sitio», indica el presidente de Espimsa. La situación económica de la empresa, que en el último pleno recibía 1,4 millones de euros por parte del Ayuntamiento, hace que ahora mismo un proyecto de estas características sea completamente inasumible.

En cambio la empresa de mercados ha concentrado sus esfuerzos en la dinamización de esta superficie comercial, que ahora cuenta con un programa de actividades similar al del Mercat Central. Se han hecho exposiciones, cursos de cocina y actos relacionadas con algunas de las principales fiestas de la ciudad, como Santa Tecla y el Carnaval. «Estamos intentando que el mercado forme parte del día a día del barrio», indica Nadal.

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