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Cuando Younes Abouyaaqoub fue abatido en Subirats tras cinco días de fuga, los Mossos dieron por totalmente desarticulada la célula que atentó en Cambrils y Barcelona. Sin embargo, la investigación no cierra la puerta a que haya conexiones más allá del grupo de diez personas liderado por el imán Abdelbaki Es Satty y que tenía en la finca de Alcanar su centro de operaciones.
De hecho, los Mossos trabajan con una larga lista de personas que podían haber colaborado, a pesar de que, por el momento, no se hayan producido más detenciones. Hay, por encima de todo, algunos perfiles que siguen siendo misteriosos y que podrían ser claves para completar el puzzle de las pesquisas.
Así, la policía investiga a un joven junto con uno de sus hermanos para determinar si uno de ellos fue el individuo que «vistiendo una camiseta del equipo de fútbol F. C. Barcelona y con peinado en forma de cresta» se reunió con el imán fallecido, Abdelbaki Es Satty, el día de la explosión, cuando murieron dos personas mientras planeaban el atentado. Esa persona permanece todavía sin identificar.
El sumario, al que ha tenido acceso el Diari, recoge así la solicitud que la Policía Nacional realiza al juez instructor del caso para poder entrevistar a Mohamed Houli Chemlal, detenido y en prisión por los ataques, para que vea una «fotocomposición» de los dos hermanos y pueda así «reconocer a alguno» como la persona que se reunió con el imán en Alcanar. Mohamed Houli fue el único superviviente de la explosión.
La camiseta del Barça
En este sentido, la Policía precisa durante la investigación que dos miembros de una misma familia estaban relacionados con Said Ben Iazza, también en prisión por su presunta participación en los atentados, y «cuya presencia fue detectada en la zona de la explosión los días previos a los atentados». Así, se investiga si uno de esos dos hermanos era quien lucía la camiseta del Barça cuando se reunió con el imán.
¿Pero quién podrían ser esos dos hermanos que han estado bajo el foco de la investigación policial? El sumario arroja algunos datos más, hasta ubicar incluso a esas personas y hasta realizar un seguimiento de su rastro. «Se tratarían de dos hermanos residentes en la localidad tarraconense de La Sénia, a escasos 20 kilómetros de Alcanar, aunque el pasado 30 de septiembre de 2017 toda la familia abandonó dicho municipio trasladándose a otra provincia, al parecer con el fin de evitar verse involucrados en tales acontecimientos», explica el texto del informe policial.
Sin embargo, esos movimientos se llegaron a realizar incluso antes de que tuvieran lugar los ataques, según desglosa el sumario: «De hecho, uno de los hermanos se empadronó en Valladolid, el día 14 de agosto, apenas tres días antes de los atentados».
Amistad con Sadi Ben Iazza
La pista sitúa a estos dos hermanos moviéndose con asiduidad por las Terres de l’Ebre. «Los desplazamientos de estos dos hermanos entre las localidades de La Sénia (Tarragona), Alcanar (Tarragona) y Vinaròs (Castellón) serían muy frecuentes», expone la policía.
De hecho, la localidad limítrofe castellonense era el lugar de residencia de Said Ben Iazza, detenido posteriormente por su presunta implicación en el alquiler de los vehículos utilizados para la comisión del atentado. El vínculo de los dos hermanos de La Sénia con él también está comprobado. El sumario habla de que «mantenían una estrecha relación de amistad».
En este sentido, la documentación aportada recuerda que los comunicados publicados el día 19 de agosto de 2017 por la maquinaria propagandística de la organización terrorista Estado Islámico, a través de su agencia e noticias AMAQ, reivindicando los atentados de Las Ramblas y Cambrils «hacían referencia a la existencia de otro grupo», por lo que todo apunta a que la investigación se ha centrado también en determinar la implicación de estos hermanos el mismo.
En todo caso, la presencia de estos hermanos en la zona y su participación en los hechos continúa siendo una incógnita a día de hoy, al menos en lo que atañe a la investigación realizada hasta ahora y presente en la parte del sumario cuyo secreto se ha levantado.
Hay más rastro en una entrevista con agentes que también figura en el sumario donde Mohamed Houli señala que el día en que se fue a vender oro con Youssef Aalla –que murió en la explosión–, no sabe si fue el mismo día del estallido o la víspera, vio por el retrovisor «a un chico joven» que iba en dirección a la finca.
«Miré por el retrovisor y vi que el imán –Abdelbaki Es Satty, fallecido igualmente al detonarse el material explosivo– había salido de la casa y que se juntaba con este chico», del que añadió que era delgado, llevaba la ya mencionada camiseta del FC Barcelona y chanclas y tendría unos veintitantos años, una altura de 1,78 metros y el pelo rapado por los lados y levantado por el centro.
Sigue el relato de Mohamed Houli y la reproducción del diálogo con su compañero Aalla: «Y yo le dije a Youssef: ‘Mira este chico, se ha parado a hablar con el imán’, y me contestó: ‘Sí, este chico es uno de los nuestros, pero las cosas poco a poco’.
Cuando regresamos, dos o tres horas después, esta persona ya no estaba en el chalet», se señala en el informe elevado al instructor del caso en la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que evidencia aún algunas de las incógnitas que rodean a la preparación de los atentados.
