Las obras en el Banc d’Espanya empezarán en el año 2021

Un equipo técnico de once personas se encargará de la redacción del proyecto definitivo

24 diciembre 2019 08:00 | Actualizado a 02 enero 2020 12:07
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La recuperación del antiguo edificio del Banc d’Espanya es una de las inversiones más importantes que prevé impulsar el Equipo de Gobierno de cara al año que viene. Con una partida de 2.534.700 euros en los presupuestos que se aprobaron el pasado viernes, es el segundo proyecto con una suma de dinero más significativa. Tan solo la adquisición de vivienda social (2.597.000) tiene una consignación más elevada. Y es que, si el Ayuntamiento no quiere perder los 1.975.333,73 euros de los fondos Feder, lo que dejaría en entredicho la futura recuperación de este viejo edificio, en el corto plazo no podrá quitarle la etiqueta de prioritario.

El arranque oficial de las obras se retrasa un poco respecto a lo inicialmente previsto. El calendario que ahora mismo tiene encima de la mesa la concejal responsable de este proyecto, Laura Castel, prevé que a finales del año que viene pueda llevarse a cabo la adjudicación de los trabajos y que en 2021 puedan iniciarse los trabajos. Es un timing que no admite grandes alteraciones. Según las bases de la convocatoria europea, en septiembre del 2021 éste debería ser una realidad. Y, en todo caso, si quiere solicitarse una prorroga, en esta fecha debe estar ejecutada el 70% de la inversión. «No podemos entretenernos», reconocía Castel.

El Ayuntamiento sigue adelante con el proyecto para que el número 101 de la Rambla Nova sea un espacio de cocreación, divulgación de la ciencia y transferencia del conocimiento. La iniciativa surge desde la administración local en colaboración con el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC), el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) y el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV). La Universitat Rovira i Virgili es la tercera pata de un proyecto, que está definido en su fase inicial y que ahora debe concretarse de forma definitiva. En este sentido, ambas partes ya se han sentado para empezar a definir el equipo de trabajo. «Uno de los puntos que se establecía era el fomento de la ocupación, vía contratación de un personal determinado y es en lo que hemos estado trabajando», concreta Castel.

Once personas en el diseño

El equipo lo formará un grupo de once personas. Así, los dos arquitectos municipales pasarán a dedicarse de forma exclusiva al proyecto. Esto supone que deberá contratarse a dos nuevos profesionales para cubrir estas plazas. Asimismo, se sumará un tercer arquitecto, que se cubrirá a partir de la bolsa de profesionales del Ayuntamiento, y que también intervendrá en la definición del proyecto y en la dirección de las obras. La cuarta persona será un arquitecto técnico. También está previsto que se incorpore un técnico medio de gestión local, que se encargará de la parte de gestión de la subvención y de los temas relacionados con la contratación, y un auxiliar administrativo.

Junto a estas seis personas, y a partir de un convenio con la URV, también se incorporarán cuatro estudiantes de arquitectura, que ayudarán en esta fase de redacción. «Serán becarios que, por supuesto, cobrarán», decía Laura Castel.

La última figura se incorporará al grupo es un museógrafo, con conocimientos científicos, que será el que determinará cómo quieren explicarse los contenidos de este equipamiento, a partir de los conocimientos de los institutos. «Lo que no puede hacerse es redactar el proyecto sin saber qué irá. Es un museo de ciencia, de conocimiento y de divulgación, por lo que está persona debe estar desde el inicio para que todo tenga una coherencia», afirmaba la edil republicana.

La administración local afirma que está ultimando los pliegues para la contratación de estas personas, para que pueda acabar de configurarse el equipo. Además, en esta fase incipiente se firmará un convenio de colaboración con la URV, ya que esta institución cederá espacios y materiales que se utilizarán para el diseño del nuevo equipamiento.

Con todo, los gastos que se habían previsto se disparan respecto a lo que se calculó en un primer momento. El programa tiene un coste de 423.340,59 euros. Inicialmente eran unos 102.000 euros, que se asumían a partes iguales entre el Ayuntamiento y los fondos Feder. Ahora, la cifra que aportará el Consistorio supera los 375.000 euros.

El objetivo es que en el mes de junio ya esté acabado el proyecto definitivo para que antes de finalizar el nuevo año pueda procederse a su licitación.

En esta fase preliminar también ha tenido lugar una reunión con todas las partes, los arquitectos municipales, los partidos de la oposición y la Associació de Veïns de Tarragona Centre, que pedía un centro cívico en este espacio. «Allí no puede hacerse, porque entre otras cosas perderíamos el Feder, pero en el Banc habrá ludoteca, un aula de reuniones y un auditorio, de forma que hay cosas que pueden asumirse, para que pueda estar abierto a la ciudadanía», afirmaba Castel.

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