Los Comuns rechazan ceder áreas en el pacto con la CUP en Tarragona

Apuestan por impulsar una negociación «a tres» y «sin calendario» para el acuerdo

03 junio 2021 15:30 | Actualizado a 04 junio 2021 06:46
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Las cosas de palacio van despacio. Y más si son de la Plaça de la Font. Casi tres semanas después de aprobar –por unanimidad de la asamblea– dar el paso e iniciar negociaciones con ERC y la CUP para abordar la ampliación del gobierno local, ahora los Comuns se muestran reticentes a ceder competencias para dar cabida en el ejecutivo liderado por Pau Ricomà (ERC) a las dos ediles cupaires: Eva Miguel e Inés Solé. 

Y es que pese a ver en general con buenos ojos la «poesía» del pacto al que llegaron hace ya 20 días republicanos y anticapitalistas –y que fue rechazado a última hora por Junts per Tarragona–, la «prosa» para cerrar un acuerdo de tres grupos y once concejales del Saló de Plens podría alargarse más de lo esperado y no materializarse en un pacto estable «hasta verano», según afirman fuentes consultadas por el Diari, las cuales apuestan por «madurar» el texto con «más concreciones» y «sin prisas». De hecho, la portavoz municipal –Carla Aguilar-Cunill– reconoció el miércoles que «no hay ningún calendario previsto» para sellar la ampliación. 

De momento, el ritmo de las conversaciones entre los dos socios que, desde junio de 2019, forman parte del gobierno local no van rápidas. De hecho, no fue hasta este pasado martes cuando hubo el primer encuentro entre las comisiones negociadoras, lo que a juicio de los Comuns «demuestra que Esquerra conversó con la CUP como partido, y no como gobierno». Ahora, los progresistas apuestan por impulsar una negoicación «a tres» y realizar algunos cambios en el acuerdo ERC-CUP, solicitando más «concreciones» en varios aspectos, tanto en «la calendarización» como en el «presupuesto». En este sentido, la apuesta es la de elaborar un Pla d’Acció Municipal (PAM) y evitar, asimismo, que «parezca que ahora, por la entrada de la CUP, se aceleran cosas que ya están en marcha». La asamblea también quiere incluir en el pacto con ERC y CUP que el Consistorio se persone en las causas «de violencia machista, homófobas o de vulneración de derechos civiles», según se prevé que se haga con los casos del 1-O. 

Peco y Alegre, coordinadores
En la reunión del miércoles también se abordó la voluntad de no restar responsabilidades a los dos ediles de En Comú Podem: Carla Aguilar-Cunill (Participació, Serveis Socials y Benestar Animal) y Hermán Pinedo (Patrimoni, Joventut, Cooperació y Habitatge). En las primeras conversaciones entre ERC y CUP, los de Ricomà pusieron sobre la mesa a las cupaires las carteras de Habitatge, Cooperació y Joventut –ahora en manos de los Comuns– además de Medi Ambient y Cultura, gestionadas por Esquerra. 

«No queremos que ser más se lea como trabajar menos. Se ha ofrecido a la CUP un paseo militar, gestionando 1,5 millones en compra de vivienda, liderando el proyecto de la Horta Gran y de la Tabacalera, o llevar las fiestas mayores y concejalías que funcionan como un tiro, como son Joventut y Cooperació», lamentan desde los Comuns, que critican que ERC «abra la mano para que la CUP brille en aspectos que apuntan a espacios cupaires, mientras Esquerra se queda con las cosas de ciudad como Urbanisme, Seguretat o Hisenda», se apunta desde unos Comuns que, desde esta semana, ya cuentan con su primera ejecutiva local en la ciudad. Esta está liderada por el expresidente de la Federació de Veïns (FAVT), Toni Peco, y Elisa Alegre. También están la excoordinadora de ECP, Patrícia Olivé, históricos como Josep Sementé y la propia Carla Aguilar. ¿Cambiarlo todo para que todo siga igual?

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