Los 'cafés de la muerte' llegan a Tarragona

Es la última moda: tomarse un cortado con extraños y hablar de la muerte. Personal del Hospital Joan XXIII prepara un Death Café

12 diciembre 2017 09:33 | Actualizado a 14 diciembre 2017 13:18
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Un café en el Port Esportiu, mirando el Mediterráneo en invierno, y hablando de la muerte. La combinación, tan extraña como literaria, se dará mañana en la cafetería Brisa, a las 18.00 horas. Allí se llevará a cabo el primer Death Café en Tarragona, una iniciativa nacida en 2011 en Londres y que en los últimos años se va extendiendo por España y Europa. «Hemos visto que se habían hecho estos coloquios fuera de aquí y ahora hemos querido organizarlo nosotros. Se trata de desmitificar el tabú que es la muerte. Nadie conversa de esto. Es una forma de hablarlo de forma tranquila, tomando un café», comenta Ángel Pobo, médico adjunto del servicio de medicina intensiva del Joan XXIII. Ese servicio y el propio centro, junto con el proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos (HUCI), son los organizadores de este evento al que también brinda apoyo el Col·legi d’Infermeres i Infermers de Tarragona. 

El Death Café es confidencial y respetuoso. Sólo pretende hablar libremente de la muerte mientras se toma un cortado y una pasta. No tiene un guión cerrado ni objetivos concretos. No hay reglas ni ataduras. No es una ayuda al duelo ni un lugar de apoyo a experiencias personales. Tampoco busca sacar conclusiones ni mucho menos recaudar fondos. El objetivo es volcar reflexiones y dudas acerca de la preparación de la muerte, fomentar la conciencia social sobre el fallecimiento y, sobre todo, romper tabúes y prejuicios. «Como médico me he formado para curar, pero llega un momento en el que aunque quieras hacer lo máximo la gente se muere. Todos somos capaces de organizar unas vacaciones o lo que vamos a hacer un fin de semana pero de la muerte nadie se preocupa. No se prevé, nadie organiza nada, y es lo único que seguro que nos va a pasar. Sabemos que si tienes 18 años no te vas a plantear esto, pero a partir de cierta edad es conveniente», relata Ángel Pobo. 

Ni pautas ni autoayudas
El doctor ha llegado a ese pensamiento desde su experiencia diaria en el hospital: «Veo mucho que alguien se muere de forma imprevista y la familia no sabe ni por dónde tirar. Si decides cosas antes te puedes evitar muchos problemas». Pobo define un poco más en qué consiste la reunión: «En el café no vamos a dar pautas ni a hacer autoayuda. Sólo intentamos que la gente piense antes y lo prevea, adelantarnos a las situaciones. Existe el documento de voluntades anticipadas. Es sencillo dejar dichas cosas para que cuando llegue el momento, tanto la familia como los profesionales que van a estar en ese tramo final de la vida, no tengan que tomar decisiones por ti. Tenemos mucha capacidad y autonomía propia para decidir muchas cosas». 

Desde a cómo querer que sea el funeral a si se desea recibir un determinado tratamiento en los cuidados del final de vida; cualquier cuestión puede aparecer en esta convocatoria distendida, calmada y libre. Estas son algunas preguntas básicas que suelen transitar por estas ágoras sobre la parca: ¿Te has planteado ser donante? ¿Prefieres ser enterrado o incinerado? ¿Te gustaría morir en el hospital o en casa? ¿Qué te queda por hacer antes de fallecer?  

 

Son cuestiones que a veces se contestan mejor ante desconocidos que entre amigos o familiares, donde hay tendencia a cohibirse. En muchos lugares esta tertulia de clima relajado sobre cómo vivir la mortalidad ni siquiera está dirigida por terapeutas. 

En Tarragona ya hay 15 personas apuntadas y la sesión podría acoger un máximo de 20. «He notado interés en la gente. Al principio sí puede parecer un poco raro, sobre todo explicar en una cafetería que queremos hacer una reunión para hablar de la muerte, pero el recibimiento es muy bueno, despierta mucho la curiosidad. De inicio te impacta un poco porque no estamos acostumbrados a hablar sobre la muerte en nuestra vida cotidiana», reconoce el médico de Joan XXIII. 

Una web como guía
Los Death Café tienen incluso una web oficial donde se establecen algo así como los estatutos de la iniciativa o una especie de marco de juego en las citas: «Nuestro objetivo es ‘aumentar el conocimiento sobre la muerte para ayudar a las personas a aprovechar al máximo sus vidas (finitas)’», se lee en la página. Los ‘cafés de la muerte’ no dejan de proliferar. La misma web (www.deathcafe.com) es una completísima guía que recoge dónde se llevan a cabo los coloquios en todo el mundo. 

He aquí una muestra de la abundancia de reuniones. Mañana, además de la convocatoria en Tarragona, hay otras 27 más en todo el planeta. Granada, Burgos, Murcia, Madrid, Vigo, Pamplona, San Sebastián, Alicante o Málaga son otros lugares de España donde este miércoles se celebrará un Death Café, en buena parte por iniciativa del proyecto HUCI.

El fenómeno a escala mundial no se detiene. Para mañana se celebrarán encuentros en países como Estados Unidos, Inglaterra, Colombia, Australia o Canadá. Ya hay quedadas planificadas al menos hasta julio de 2018. 

En Tarragona, la sesión de mañana arrancará a las 18 horas y se prolongará hasta las 19.30 h. El coloquio, con la etiqueta de Twitter #HablemosdelaMuerte, está abierto a inscripciones (a través del mail angel.pobo@gmail.com). El eslogan del encuentro, difundido por las redes, es sugerente: ‘Hablar de la muerte con un café frente al mar… ¿te apuntas?’. 

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