Los extranjeros ya compran tantas casas en Tarragona como en la burbuja

La adquisición de viviendas de foráneos crece un 14% en un año y se triplica desde 2013. Ya se mueve en cifras previas al estallido de 2008

03 enero 2019 19:05 | Actualizado a 04 enero 2019 15:47
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El extranjero se anima a comprar vivienda en Tarragona. Es uno de los síntomas claros de la aún incipiente recuperación del sector inmobiliario. Algunos promotores de la provincia dan fe de estos incrementos, que han sido progresivos pero que han llegado a cotas no holladas desde 2007. En el segundo trimestre de 2018 se alcanzaron 605 compraventas realizadas por foráneos en la provincia, casi siete al día, según los datos del Ministerio de Fomento. 

Hay que volver 11 años atrás, hasta ese 2007, para ver una cifra mayor. En el mismo segundo trimestre, hubo 717, última muestra de los años de boom y delirio del ladrillo. A partir de ahí, vino una decadencia abrupta, con un espectacular batacazo en 2008, con sólo 177 ventas. De hecho, fue uno de los primeros sectores que notaron la gran recesión, hace ahora 11 años. Justo cuando otros indicadores se mantenían, la compraventa a ciudadanos de fuera experimentó un drástico descenso a las primeras de cambio. 

Una recuperación muy lenta

La recuperación ha sido progresiva pero lenta. Se puede decir que los extranjeros ya compran en Tarragona tantas casas como durante la burbuja inmobiliaria. Esas 605 transacciones por trimestre superan a las registradas en algunos tramos de 2007, en la cresta de la ola. Entre 2017 y 2018 el aumento ha sido del 14%. 

En Tarragona hay un colectivo que en estos momentos está apostando por un tipo particular de adquisición de vivienda: el marroquí. «Aquellos que tienen trabajo estable buscan una vivienda barata en barrios como Torreforta o Sant Salvador. Cualquier piso en esas zonas valía 100.000 euros y ahora quizás se haya quedado en 40.000 o 50.000», describe Manel Sosa, secretario de la Cambra de Propietat Urbana de Tarragona. Sosa hace algunos cálculos: «Una cantidad así la pagas en 15 años con una cuota de 300 euros al mes. Es como pagar un alquiler. Y luego el piso acaba siendo tuyo». 

El numeroso colectivo marroquí en Tarragona (su inmigración vuelve a aumentar tras años de repliegue) prefiere comprar antes que alquilar, algo que también pasa con otros grupos, como el sudamericano. «Llevan tiempo buscando los pisos más económicos del mercado. No hay un incremento exagerado de la venta pero sí que se nota que va a al alza», diagnostica Diego Reyes, presidente de la Asociación de Promotores del Tarragonès, que también ha notado movimiento entre belgas y franceses. 

Joan Ramon Martorell, delegado de la asociación de agentes inmobiliarios en Tarragona, también confirma la dinámica positiva: «Lo hemos notado especialmente en el alquiler, pero también en la compra la tendencia es positiva. Hay una recuperación». Además, la dinámica de buenos tiempos viene dada por el tirón turístico de Tarragona, situada en el ‘top ten’ de provincias donde la compra de vivienda por parte de extranjeros tiene más tirón. La provincia de Alicante es la que encabeza los resultados con un peso del 39,29% de compra por extranjeros. En Tarragona, el porcentaje se sitúa en el 12,86%. Así lo desglosa el Colegio de Registradores de la Propiedad en su último informe al respecto: «La totalidad de provincias corresponden a ámbitos geográficos de alto atractivo turístico con el perfil identificado de zonas costeras con buena climatología, de modo que tanto las provincias isleñas como las provincias mediterráneas se mantienen como el foco de atractivo de la demanda de vivienda por extranjeros más destacado. Hay intensas diferencias territoriales».

Un precio atractivo

¿Por qué los extranjeros compran tanta vivienda? Además del sol y la playa, el precio todavía bajo puede ser un atractivo poderoso. Solo los nacionales de tres países de la UE superan el porcentaje que, de media, destinan los españoles al pago de la vivienda, estimado en un 35,27%: polacos, rumanos y búlgaros (106,65% de media). El resto de países que protagonizan la compra de viviendas en España se quedan lejos de este porcentaje, de forma que los daneses (15,18%), irlandeses (20,72%) y holandeses (21,18%) son los europeos que menos invierten en el pago de la hipoteca.

A nivel de toda España, los datos del Consejo General del Notariado muestran que las transacciones realizadas por compradores extranjeros representaron el 18,7% del total de las compraventas de vivienda realizadas en el primer semestre de 2018 y que la compraventa de vivienda libre por realizadas por extranjeros crecieron durante los primeros seis meses este año un 5,6% respecto al mismo periodo del año anterior, llegando a las 53.359 operaciones, la cifra más alta de la estadística notarial desde 2007. En total, en el primer semestre del año, los extranjeros representaron casi dos de cada diez compradores, y su importancia en el mercado inmobiliario ha ido creciendo progresivamente desde el estallido de la burbuja. 

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