Los jóvenes de Tarragona infectados de Covid contagian a gente de todas las edades

La incidencia crece en segmentos de más edad. La explosión de contagios aleja el final de la pandemia. La provincia está en el 46% de pauta completa pero ni siquiera llegar al 70% supondría el control

13 julio 2021 11:20 | Actualizado a 13 julio 2021 15:14
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La ola joven se expande a las otras franjas en Tarragona, no de una forma grave pero sí claramente perceptible en los registros epidemiológicos. La explosión de contagios en los segmentos de hasta 30 años es tan acentuada que ha acabado por filtrarse, aunque en menor medida, también hacia colectivos mayores e incluso protegidos más ampliamente por la vacuna. Los datos oficiales del Departament de Salut indican que la incidencia crece en todas las franjas hasta llegar a los 70 años.

A partir de ahí, se impone la estabilidad, ajena al gran incremento de positivos. O, dicho de otro modo, cada vez hay más contagios entre gente más mayor, con un impacto todavía ligero en las hospitalizaciones que, eso sí, siguen creciendo paulatinamente. He aquí algunos ejemplos de la evolución: en el Camp de Tarragona la franja de 40 a 49 años ha pasado en lo que va de julio de una incidencia de 157 a 299; la de 50 a 59 ha crecido de 64 a 145; la de 60 a 69 de 71 a 171; son crecimientos que nada tienen que ver con los niveles desorbitados de la población que tiene de 10 a 19 años o de 20 a 29, pero que revelan que el cortafuegos de la vacuna, con tanta proliferación del virus, no tiene una eficacia completa en términos de transmisión.

La incidencia de casos también sube entre los niños (así lo muestra la estadística de 0 a 9 años). ¿Pero qué sucede más allá de los 70? Entre los 70 y 79, la incidencia ha pasado de 20 a 33 durante este mes de julio pero se mantiene en mínimos y, ampliando la perspectiva, se nota una bajada en los últimos meses. El intervalo de 80 a 89 oscila de 51 a 59, en una subida prácticamente imperceptible. En los de más de 90, la incidencia pasa de 50 a 17. Algo parecido sucede en las Terres de l’Ebre, donde las mayores subidas se han registrado hasta los 50, pero también hay incrementos en las dos siguientes franjas, que alcanzan hasta los 70.

«Al alza en todas las edades»

El Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universitat Politècnica, BIOCOM-SC, ha alertado de que los casos aumentan más allá de los jóvenes: «La positivización en los tramos de 50 a 70 se enfila por sobre del 7%. Para mayores de 70, ha subido hasta el 4%. Casos al alza ya claramente en todas las edades pero con incidencias muy bajas por encima de los 70 años». El BIOCOM-SC añade: «Las incidencias semanales detectadas en los tramos de 50 a 70 años llegan a valores similares a los de Semana Santa. Muy por debajo de la media. Habrá que ver qué porcentaje desarrollan enfermedades graves por falta de inmunización».

Estos epidemiológos se refieren al porcentaje de casos que salen positivos de cada 100, un baremo que no debe ser superior al 5%, según la OMS, para demostrar que se están controlando las cadenas de contagio. Es, al fin y al cabo, otra muestra de descontrol que se da también en el Camp de Tarragona. La positividad entre los 15 y los 29 está disparada al 27,7% (esto es, muchos contagios se escapan al rastreo y al diagnóstico).

Un escenario pesimista

En las otras franjas el dato es menor (menos de 15, 9,1%; 30 a 39, 12,4%) si bien está en ascenso, lo que confirma que los positivos están aumentando prácticamente en todas las franjas de edad. Solo la evolución de la pandemia dirá si esa deriva se traduce en un incremento más o menos preocupante de las hospitalizaciones. Hay que tener en cuenta que alrededor del 70% de los contagios en el Camp y el Ebre en las últimas semanas son de menores de 30 años.

Todo ello, en general, configura una situación muy delicada que complica una salida de la pandemia que hasta hace un tiempo parecía cada vez más cercana. La quinta ola ha hecho saltar por los aires las perspectivas optimistas de controlar la epidemia a través de la inmunidad de rebaño. El catedrático y epidemiólogo de la URV Àlex Arenas calculaba hace un mes que, alcanzando el 52% de vacunación con pauta completa, sería suficiente para entrar en una fase de control, según los resultados preliminares de un informe, teniendo en cuenta la situación en Catalunya en aquel momento.

Dudas sobre la inmunidad

Tarragona, actualmente con un 46,6% de la población con pauta completa, estaría relativamente cerca de ese objetivo. Sin embargo, con la nueva oleada de contagios, ni ese 52% ni un anhelado 70% podrían ser suficientes. «Hemos recalculado con la Rt actual y los resultados nos muestran que no podemos controlar solo con vacunación», dice Arenas, que añade: «La situación no es la misma, que entonces, con una velocidad actual cercana a tres. Ese 52% que era válido antes para conseguir que la vacuna actuara de cortafuegos ya se queda corto. Por eso no tenemos bastante con la vacunación para controlar la situación, sino que vuelve a ser necesario aplicar restricciones».

Arenas cree que, «por muy rápido que se vacune, ya no será suficiente», sin nuevas restricciones, que ayer anunció precisamente el Govern para aplicar esta misma semana. «Tenemos que reducir la velocidad de contagio por lo menos a valores ligeramente por encima de uno», y a partir de ahí continuar con la inmunización. «Ahora no sabemos qué porcentaje de vacunación será necesario para controlar la pandemia», cuenta Arenas, que califica la situación de «grave» y advierte de más complicaciones: «Estamos ante un problema global y no local. Eso quiere decir que incluso vacunando a toda la población de Catalunya, con una interacción ten elevadísima, habrá riesgo, porque si hay infecciones existirán posibilidades de mutación. Estas vacunas son extraordinarias pero su eficacia padecerá una pequeña pérdida y habrá que hacer frente a un 20% de los vacunados que podrán transmitir».

Arenas cree que el boom actual de contagios puede derivar en el surgimiento de nuevas variantes que logren sobrepasar las vacunas. El profesor de la URV ve imposible mitigar el virus solo con el ritmo de vacunación. «Necesitamos ayudarnos de test, cuarentenas y limitación en la concentración de personas. No podemos avanzar, sobre todo cuando el 40% de la población no está haciendo satisfactoriamente la cuarentena que le toca», zanja.

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