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La comunidad musulmana de Tarragona ha condenado hoy los atentados de Barcelona y Cambrils con un minuto de silencio frente a las puertas del ayuntamiento, donde también han confeccionado un corazón con velas que rodeaba una inscripción en la que se leía "Que el terrorismo no nos divida".
Un centenar de musulmanes, convocados por la Federación de Asociaciones de Marroquíes en España (FAME), ha participado en la concentración para mostrar su repulsa a los atentados.
Algunas mujeres llevaban incluso camisetas encima de su vestimenta tradicional con mensajes de rechazo y de condena a los atentados.
Los asistentes han exhibido carteles en castellano, catalán y árabe con lemas como "Amo Barcelona", "No en mi nombre", "El terrorismo no tiene religión" o "Unidad contra los terroristas".
El presidente de FAME, Mohamed El Idrissi, en un breve parlamento, ha expuesto que "estamos aquí concentrados para rechazar este acto de barbarie que ha hecho daño a toda la sociedad".
"Hay un niño marroquí que se debate entre la vida y la muerte", ha asegurado Mohamed El Idrissi, porque "el terrorismo -ha dicho- nos ataca a todos y no hace distinciones".
Según ha explicado, se trata de un niño vecino de Montpelier (Francia) que se debate entre la vida y la muerte tras ser arrollado por la furgoneta que sembró el pánico el día 17 en La Rambla de Barcelona.
