Los trabajadores de los hospitales de Tarragona denuncian la falta de material de protección

Según los sindicatos, en el Hospital Joan XXIII y en el de la Verge de la Cinta de Tortosa los trabajadores han pasado a hacer turnos de doce horas y hay sanitarios infectados

02 abril 2020 06:32 | Actualizado a 02 abril 2020 07:04
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Los principales hospitales de la demarcación de Tarragona están evitando la saturación debido al coronavirus, de momento. A todos se han incrementado los pacientes en los últimos días, pero el aumento de camas disponibles, especialmente en las UCI, les está permitiendo superar la situación. Así lo aseguran representantes sindicales, que lamentan unánimemente la falta de Equipos de Protección Individual (EPI) para los sanitarios. En el Joan XXIII de Tarragona, Sant Joan de Reus, Pius Hospital de Valls y Verge de la Cinta de Tortosa hay casos de personal que se ha infectado. Esto ha reducido la plantilla disponible para afrontar la pandemia, y ha hecho que los hospitales de Tarragona y Tortosa los trabajadores hayan tenido que pasar a hacer turnos de doce horas.

En el hospital Joan XXIII de Tarragona han reestructurado el centro para incrementar la disponibilidad de camas de UCI. De hecho, han pasado de una unidad de UCI, a cinco, dos de las cuales dedicadas a pacientes con coronavirus. A parte hay dos plantas más, la tercera y la sexta, reservadas a casos de la Covid-19 menos graves. "De momento hay camas, tanto para coronavirus como por otras patologías, esperamos que no empeore", señala un miembro del comité de empresa. La situación, aunque con unos volúmenes más reducidos, se reproduce a otros centros. La excepción es el Pius Hospital de Valls, que no ha tenido nunca UCI, y deriva los casos a Joan XXIII. A los cuatro centros consultados tampoco se ha detectado una carencia de respiradores ni de medicamentos para los enfermos.

Preocupación por la falta de EPI

Lo que sí que falta, y en importantes cantidades, son EPI. De hecho, este punto es el que más preocupa a los trabajadores ahora mismo. Incluso más que un nuevo incremento de casos. Apuntan que sin mascarillas y batas los sanitarios se pueden contagiar, lo que les dejaría sin poder trabajar. "Tenemos compañeros angustiados por la situación y por si llevan el virus en casa", comenta Artur Sardà, miembro del comité de empresa del Sant Joan de Reus por la CGT.

En el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, donde el pico de la enfermedad aunque se prevé que pueda llegar en las próximas semanas, el personal sanitario está ahorrando tanto como puede el material de protección para que llega "con cuentagotas". También alertan de que la falta de batas de aislamiento está planteando la reesterilización de las batas de los sanitarios - sin ningún estudio que avale que sea eficiente y en contra de las recomendaciones del propio fabricante-.

En Reus, la dirección ha pedido explícitamente a los trabajadores que "las mascarillas se deben reaprovechar hasta que den muestras claras de deterioro", según Sardà. En Tarragona los obligan a reciclar batas y mascarillas, y en Valls se quejan de que "las batas son muy cortas y dejan las piernas expuestas", tal como detalla Robert Rosset, presidente del comité de empresa. Con todo, denuncian la carencia de EPI se demuestra con los índices de contagio del personal médico: un 2% en China, un 17% en Cataluña.

En todos los centros hay personal infectado. Por ejemplo, el miércoles en el Verge de la Cinta había tres sanitarios contagiados, y ocho más en atención primaria. Aparte, dieciocho médicos, nueve enfermeras y cuatro celadores estaban aislados. La CGT avanza que pedirá la dimisión de la gerencia de la región sanitaria porque consideran que no se proveyó con antelación, a pesar de las reiteradas peticiones y demandas que se hicieron desde el sindicato, para preparar los centros hospitalarios ebrebses para la pandemia.

Cambios horarios al personal

Con menos personal y más pacientes, las direcciones han reestructurado las plantillas. En Tarragona y Tortosa ya se han implementado los turnos de doce horas, mientras que Reus y en Valls la propuesta está sobre la mesa y los sindicatos creen que puede aplicarse en cualquier momento. Representantes de los trabajadores denuncian que no se permitirá que se obligue a los sanitarios a devolver las horas que pasan en confinamiento para diferenciar grupos y evitar contagios. "Esto sería aberrante. Nos quedamos en casa para proteger a los compañeros y que no nos contagiamos todos. Supone un maltrato y no lo vamos a permitir", apuntan desde CATAC-CST / IAC del Verge de la Cinta.

Robert Rosset, del Pius de Valls, lo complementa: "El decreto de alarma permite a los de recursos humanos hacer lo que quieran. Ahora somos como soldados. Sabemos que los sanitarios debemos estar delante de todo, pero no de cualquier manera; a nosotros también nos va la vida ", exclama. En el Joan XXIII de Tarragona los profesionales ya no pueden coger vacaciones ni días libres.

La indignación es creciente ante protocolos que cambian a diario y en función del material disponible. La CGT de las Terres de l'Ebre lamenta que todavía tengan que exigir que se saquen de primera línea trabajadores vulnerables, como son embarazadas, enfermos de diabetes o cardiopatías y mayores de 60 años, entre otros. "Si no quieres que colapse el sistema sanitario, y sabes que estos colectivos se ponen muy graves, o los pones con las máximas protecciones en primera línea, como las que llevan a China o más, o ni lo planteas" , defienden desde la delegación sindical de la CGT en el Hospital Verge de la Cinta. En Tarragona, la dirección ha ampliado horarios a personal que estaba a media jornada o en un tercio, y ha contratado estudiantes de último año de carrera. Una medida que también reclaman desde el Sant Joan de Reus.

Comentarios
Multimedia Diari