Los vecinos de Vilafortuny, hartos de los disparos de los cazadores

Aseguran que se despiertan cada domingo, sobre las siete de la mañana,'sobresaltados' con el estruendo de los tiros. Están recogiendo firmas para presentarlas en el Ayuntamiento

19 mayo 2017 18:53 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:40
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Los vecinos de Vilafortuny, en Cambrils, están hartos de despertarse cada domingo con los disparos de cazadores. Aseguran que no son ni las siete de la mañana cuando se lían a tiros en el terreno de detrás de la calle Arístides Maillol. Cuentan con un permiso especial de la Generalitat para reducir «las plagas de conejos y palomas torcaces existentes». En verano están más a menudo.

«No es algo nuevo. Cada año por estas fechas ocurre lo mismo. Cuando levantan la veda de caza nos sobresaltan los disparos. Es una vergüenza», cuenta un vecino.

Los residentes de este núcleo están recogiendo firmas para entregárselas al Ayuntamiento y presionar para que se acabe con esta práctica. «Vivimos en esta zona por su tranquilidad y no queremos que nos despierten a tiros. Las casas retumban y no hay quien duerma».

«Por no hablar –continúa– de los animales que nos encontramos malheridos cada domingo por la tarde: palomas cojas con un disparo en el ala y conejitos bebé con un tiro en el lomo. Es muy desagradable salir a pasear y encontrarte ese panorama. Sobre todo si vas con niños», añade una vecina del barrio de los Ametllers de Vilafortuny.

Critican que, aparte del estruendo que provocan las escopetas a tan tempranas horas, es peligroso que estén tan cerca de una zona residencial. «Hace dos meses, mientras paseábamos a nuestras perritas sujetas con una correa, vimos que había cazadores en el camino metiendo hurones en las madrigueras y a todo conejo que salía le pegaban un tiro», señala una disgustada vecina.

Cosechas afectadas

Aseguran que han llamados en varias ocasiones a la Policía Local para expresar su malestar por lo que sucede. «Los agentes vienen y nos dicen que no pueden hacer nada porque tienen un permiso especial y que, en todo caso, nos quejemos al Ayuntamiento. Pero el consistorio no hace nada para evitarlo y el problema sigue».

Fuentes municipales sostienen que el Ayuntamiento no tiene competencias para revocar una decisión tomada por la Generalitat; y apuntan que la permisividad de la caza allí en esta época se debe a una petición de los agricultores, cuyas cosechas se ven dañadas por el incremento de la población de conejos y palomas. Además, señalan que es una práctica controlada que «no pone en riesgo a los residentes de Vilafortuny».

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