Mejoras en los accesos de la zona norte de Bonavista

El conjunto de las medidas previstas de cara a los próximos meses superan el millón de euros. En una primera fase se intervendrá en la zona de la rotonda, junto a la piscina

11 noviembre 2020 19:10 | Actualizado a 12 noviembre 2020 06:34
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Los accesos de la zona norte de Bonavista vivirán una reforma integral en los próximos meses. Así lo ha explicado el concejal de Territori del Ayuntamiento, Xavier Puig, quien cuantifica el conjunto de las inversiones en una cifra superior al millón de euros. La intervención se dividirán en dos fases, dejando para el final aquella parte más ambiciosa de la obra, que afecta a la ampliación del Camí de la Coma.

El primero de los proyectos afecta a la rotonda situada delante de la piscina. Esta funciona como punto de intersección entre el Camí de la Partió y el vial de acceso desde la T-11, conocido como el Camí de la Coma. En esta glorieta también confluyen las calles trece y catorce, que actualmente presenta una acera en mal estado o inexistente. Lo que va a hacerse en esta primera fase será levantar el nivel interior de la rotonda, como medida de seguridad y para que pueda ajardinarse. «Queremos adecentarlo, como entrada a la ciudad», apuntaba el edil republicano. En el interior se plantarán algarrobos. Así se acordó en conversaciones con la Associació de Veïns, que quiere recuperar una de las especies que ocupaba estos terrenos antes de que se construyera el barrio. En paralelo, con esta actuación también va a arreglarse la acera que viene del Camí de la Coma, que es un descampado que se utiliza como aparcamiento informal de coches.

El proyecto ya está redactado y la inyección económica asciende a 48.265 euros (con impuestos). Próximamente deberá pasar la fase de contratación, con lo que se espera que las obras puedan iniciarse entre finales de año y principios de 2021. «Si podemos empezar en diciembre lo haremos, pero como no depende de nosotros creemos que será entre diciembre y enero», confirmaba el responsable de Mobilitat. La ejecución se prevé que pueda alargarse por espacio de un mes, de forma que antes de finalizar el primer trimestre del año que viene la obra estaría acabado.

El drama de la calle 28

En paralelo, se llevará a cabo una segunda actuación en el barrio. Será a escasos mil metros, en la calle 28, que ejerce de límite con La Canonja y que enlaza el barrio de Bonavista con la parte de Buenos Aires. En este caso, el Ayuntamiento va a construir una nueva acera. «Bienvenida sea, porque aunque para mucha gente puede suponer una cosa menor, llevamos más de doce años reivindicándola», afirma el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona, Alfonso López (FAVT), quien también es el presidente de Buenos Aires. Este recuerda que es un vial «muy utilizado», que presenta unas condiciones «lamentables». «La gente tiene que andar por allí como puede y si hay gente con silla de ruedas es pésimo. Por suerte ahora se van a poner las pilas», añade.

El concejal de Territori apunta que la construcción de la acera permitirá que «las personas puedan ir de forma digna y no por el descampado». Asimismo, en este ámbito también hay unos terrenos, ahora en desuso, y desde el Ayuntamiento de Tarragona se está negociando con los propietarios para concretar una cesión. «Estamos hablando de la zona de Aitasa, donde hay unos solares de tierra y se trataría de asfaltarlo para dignificarlo y permitir que los niños que van a la escuela puedan pisar un suelo firme», indicaba.

Puig destaca que, en ambos casos, son «medidas de movilidad importantes para el barrio». Los dos son proyectos reivindicados desde las asociaciones vecinales y entidades del barrio. «Después de visitar in situ el espacio y anotar los déficits en una libreta, ahora ha quedado plasmado en unos proyectos que van a ejecutarse en los próximos meses», argumenta el tercer teniente de alcalde.

Un nuevo vial

En una fase posterior, se llevará a cabo otro proyecto que también afecta este ámbito y que está vinculado a la ejecución de las obras del plan parcial 10, que se está construyendo junto a la T-11. En este caso, la memoria del plan incluye la mejora y ampliación del Camí de la Coma. El objetivo es hacer esta entrada a Bonavista «más ancha» y «más segura». Asimismo, se construirá una nueva rotonda y un segundo vial que conectará de forma directa con Buenos Aires. «Lo que hacemos es duplicar la capacidad, ya que están haciendo un segundo camino», argumenta Xavier Puig. También está previsto que se arregle el parque del Camí de la Coma.

En este caso, la inversión alcanza prácticamente el millón de euros y el calendario estará vinculado a la ejecución de los trabajos de urbanización del futuro barrio. Estos ya están en marcha y, según el cronograma que se está siguiendo, está previsto que finalizarán en septiembre del año que viene. «Este es el escenario que tenemos ahora mismo encima de la mesa, siempre y cuando la Covid-19 no nos obligue a parar las obras», afirmaba el responsable municipal. De hecho, su inicio ya se vio afectado por la primera ola del virus. Las obras, que tenían que empezar después de Semana Santa, tuvieron que aplazarse hasta finales del mes de mayo a causa del estado de alarma.

La mejora de las entradas y salidas en la zona norte también responde a un componente de seguridad, ya que delante de cualquier incidencia en el polígono norte, los viales hacia la T-11 permitirían dar una respuesta a un incremento puntual de tráfico. Un elemento al que además hay que sumarle la elevada concentración de gente que genera el mercado de Bonavista todos los domingos, en los que podían reunirse hasta 15.000 personas, cuando no había medidas de limitación de aforo.

De hecho, el paquete de intervenciones de mejora en la movilidad ya arrancó en septiembre. Antes del inicio del curso escolar se arregló las inmediaciones de las escuelas Joan XXIII y Bonavista, ampliando la capacidad de aparcamiento, para que los coches pudieran organizarse para hacer una entrada escalonada, sin aglomeraciones. Puig pone en valor esta intervención, por la elevada afectación entre las familias. «Hay que tener en cuenta que en el caso del Col·legi Joan XXIII estamos hablando del centro concertado más grande de la provincia», decía.

El Ayuntamiento asegura que estas microactuaciones surgen a raíz de «los paseos con los vecinos». Asimismo, defiende que esta política tiene un doble objetivo. Por un lado, mejorar la calidad del espacio público en cuanto a la movilidad y, por el otro, dinamizar la economía de las pequeñas empresas del territorio.

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