Menos personas piden ayuda, pero hay más pobreza crónica en Tarragona

La lista de quienes dependen de Creu Roja para cubrir sus necesidades básicas va a la baja, pero un 70% de quienes siguen siendo usuarios lo tiene difícil para superar su situación

27 julio 2018 19:15 | Actualizado a 02 agosto 2018 18:40
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La crisis económica y sus efectos se acaban, pero no por igual para todos. Lo confirma la memoria de Creu Roja de la Provincia de Tarragona. El año pasado por fin bajaron las personas que recibieron ayuda de la entidad para cubrir sus necesidades básicas, pero la mala noticia es que alrededor del 70% de quienes siguen en la lista sufren pobreza crónica y lo tienen difícil para salir de esa situación.

De hecho, aunque las personas atendidas bajaron en un 11% el año pasado y se situaron en 27.320, las acciones que se desarrollaron para atenderles aumentaron en un 54%. De hecho, la entidad ya está trabajando en un informe sobre las causas de la cronificación de la pobreza en la demarcación, tal como explicaba Eduard Martín, adjunto a la coordinación de Creu Roja en Tarragona. La entrega de alimentos es la ayuda que llegó a más personas en situación de pobreza, 23.747 en total. Además, 3.999 recibieron productos sanitarios y 2.506 tuvieron ayudas para pagar el alquiler.

A modo de ejemplo, la entidad explica que de cada 100 euros que invierte 25 son para programas de lucha contra la pobreza. Además, 19 se dirigen a la atención a las personas con discapacidad, 17 a acciones de socorro y emergencias, 13 a formación y voluntariado, 10 a infancia y juventud, 7 a personas inmigradas y refugiadas, 5 a programas de ocupación, 2 a VIH sida y 1 euro a otros colectivos, lo mismo que para cooperación internacional.

Lo más vulnerables

Pero más allá de la atención a la pobreza, donde Creu Roja ha centrado sus esfuerzos, la entidad  atiende a muchos otros colectivos y llegó el año pasado a 62.582 personas en la demarcación. Destacan quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad, como los mayores. En este grupo el año pasado 4.501 recibieron ayuda a domicilio y 679 participaron en programas de envejecimiento activo.

Otros de los colectivos atendidos fueron mujeres que han sufrido violencia de género (960), personas inmigrantes (940), infancia en riesgo (157) y reclusos en centros penitenciarios (307). En materia de salud Creu Roja se ha centrado en realizar programas de VIH y adicciones.
En lo que se refiere a la juventud, efectuaron 17.514 acciones que llegaron a 9.620 personas. Realizan desde cursos y talleres de promoción de la salud y prevención de conductas de riesgo, hasta programas para conseguir el éxito escolar.

La clave, el empleo

Ramón Grau, presidente de Creu Roja en la demarcación, destaca que, en muchos casos, salir de una situación de dificultad, pasa por conseguir un empleo. En este sentido, Ramón Grau destaca que unas 5.856 personas participaron en acciones de ocupación y formación. Se puso especial énfasis en los itinerarios para los usuarios con un perfil particularmente difícil. En total consiguieron la inserción de un 57 por ciento de los participantes, un resultado, explica, digno de destacar, vista la situación del mercado laboral.

Salvamento y socorro

Todas estas acciones no dejan de lado las actividades por las que  identifica la ciudadanía a Creu Roja: el socorro y las emergencias. Realizaron servicios preventivos en los grandes acontecimientos y el tradicional salvamento marítimo. Llegaron a un total de 6.672 personas en los programas preventivos en las playas que cubren.

En este sentido, Grau recuerda que el año pasado estuvo marcado por los atentados de Cambrils y Barcelona. «Una emergencia en la cual aportamos nuestra experiencia en este ámbito para dar todo el apoyo necesario a las víctimas. También estuvimos presentes en Alcanar, asistiendo a los cuerpos de seguridad en la investigación de los hechos».  

Más voluntarios y socios

Pero si algo destaca Grau es que el trabajo y el aumento de la actividad el año pasado han sido posibles gracias a la masa social de la entidad. El año pasado se incrementó en un 8,65% el número de socios hasta llegar a los 22.405. También aumentó en un 4,5% el número de voluntarios que llegan ya a las 2.434 personas. «Si tuviéramos que pagarles todas las horas que nos dan, no habría dinero suficiente», reconoce Grau.

Gracias a ellos y a 191 técnicos  pudieron prestar servicio en los 184 municipios de la demarcación y mantener 29 puntos de asistencia. Toda esta actividad se ha podido llevar a cabo gracias también en un presupuesto que en el ejercicio del 2017 contó con unos ingresos de 18.570.936 millones de euros, una cifra mucho más alta de lo habitual en la entidad debido a la venta de inmuebles. En este ámbito destacan los casi 2 millones de euros aportados por los asociados o los 423.000 ingresados por la venta del Sorteo del Oro de la Cruz Roja.

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