La andrómina de Enrique Rodríguez –un veterano participante de la Baixada del Pajaritu– ganó el premio Parking Jaume I, o lo que es lo mismo, al carretón más desastroso. Y no había para menos. Cuando Enrique y su gente se disponían a bajar por Peixateries –nombre que recibe la bajada–, la andrómina les jugó una mala pasada. La cuádriga encargada de trasladar a los atletas de los Juegos del Mediterráneo del 2017 colisionó con un grupo de balas de paja. Sin duda alguna, fue la andrómina más divertida de la mañana.
Por otro lado, el premio al mejor diseño fue para la asociación Gasparini Club. Recién llegados de Reus, los cerca de 40 componentes se convirtieron en luciérnagas. Hace siete años que participan en este evento. Y no fueron los únicos ganxets que asistieron a la undécima edición de la Baixada del Pajaritu.
Pero faltó espíritu crítico. El del Pajaritu es uno de los pocos actos satíricos que quedan en el Carnaval de Tarragona. Parece que los tarraconenses están perdiendo práctica en esto de reivindicarse. En ediciones pasadas, la sátira jugó un papel más importante durante la mañana del sábado de Carnaval. Aun así, algunas entidades conservaron la esencia del Pajaritu. Este es el caso de la asociación AEiG Alverna, con su andrómina Retallades a la sanitat. Este grupo reivindicaba los recortes y las listas de espera en la sanidad y los cambios que se han dado en estos últimos días respeto a las ambulancias.
Finalmente, el Ayuntamiento quitó un trozo de escenario –situado en la calle Cós del Bou– para que la bajada se realizará con total seguridad. Esta edición, capitaneada por la Colla Pajaritu y Jordi Llort, ha contado con la participación de muchas entidades, como Laboratori Visual, encargados del bar.