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El cierre repentino, la pasada semana, de la Autoescola Europa, ubicada en la calle Sant Antoni Maria Claret, dejó de un día para otro a numerosos alumnos en la calle. Quien más quien menos había pagado por adelantado determinadas cantidades (es habitual contratar paquetes de prácticas, en vez de una a una, e incluso el pago de una tarifa plana que incluye todos los conceptos desde que uno inicia las clases teóricas y hasta que finalmente obtiene el permiso de conducción). No está determinado el número de alumnos afectados, pero según indican los propios alumnos podrían ser cerca de dos centenares.
Al menos a algunos de ellos la propia Autoescola Europa les facilitó un documento sellado y firmado en el que comunicaba el cierre del establecimiento «por jubilación» y se comprometía a «hacerse cargo de los servicios de formación contratados y pagados a través de otras autoescuelas, hasta su total finalización». Dicho documento les fue entregado a los alumnos afectados que se personaron en la autoescuela cuando corrió la noticia del cierre inminente el pasado jueves. Los que lo hicieron el viernes se encontraron la persiana ya echada.
De todos modos, ese documento es una mera declaración que no tienen por qué reconocer las demás autoescuelas, como de hecho está sucediendo. Los alumnos afectados que están acudiendo a otros centros sí están encontrando algunas facilidades, como que les eximan del pago de la matrícula, pero en ningún caso se les van a convalidar las cantidades que hubieran pagado a la Autoescola Europa.
Por esa razón, están planeando constituirse en plataforma para reclamar conjuntamente sus derechos y ya han contactado con el Col·lectiu Ronda de abogados para conocer sus opciones. Una plataforma a la que ofrecieron que se sumasen también los cuatro empleados, que fueron fulminantemente despedidos el mismo jueves 31.
Los profesores, despedidos
Todos ellos son profesores y de entrada no se sumarán a la plataforma, pese a que le dan todo su apoyo:«Nosotros seguiremos con los abogados que ya tenemos desde que, hace un año, comenzamos a ver cosas raras y decidimos contactarles. Estamos con los alumnos y les apoyamos en su lucha, pero como nosotros iniciamos nuestro proceso con estos abogados hace ya un año continuaremos por ese camino», explicaba ayer una de las profesoras despedidas. «Nos han dicho que lo primero es intentar solucionarlo en la conciliación, pero es difícil. Por lo que nos comentan los abogados, lo más normal es que haya que acabar acudiendo al Fondo de Garantía Salarial», añadía la misma afectada.
