«No me metas tanta caña»

Albert, me dicen que al final te presentas. ¿Quieres hacer una entrevista para hablar abiertamente de ello? Sí, ¿te va bien si vengo al Diari mañana a primera hora?». Esta fue una de las primeras conversaciones que mantuve con el entonces presidente de la Cambra de Comerç, Albert Abelló, el 29 de diciembre del 2014. Esos días, el debate político de la ciudad se centraba en el alcaldable que presentaría la antigua CiU de cara a las elecciones que se celebrarían en mayo 2015, y que se acabó decidiendo a favor del propio Abelló tras unas duras primarias con Victòria Forns. 

Abelló era así. Dicho y hecho. La entrevista que realizamos el 30 de diciembre –y que salió publicada al día siguiente– es una de las que más repercusión ha tenido desde que soy periodista. Recuerdo que quedamos a las diez en la redacción del Diari. Como siempre, llegué un poco antes, pero mi sorpresa fue que Albert, un hombre puntual, serio y trabajador, ya me estaba esperando en el hall de la entrada. Y sin asesor. Pocas veces más me ha pasado. 

La conversación que mantuvimos no tuvo desperdicio. Entonces generó mucho revuelo, pero con el tiempo uno se da cuenta de que no iba tan mal como se quiso hacer creer en ese momento. Abelló afirmó que quería una lista «con muchos independientes y sin políticos» y que apostaba por «una lista conjunta con ERC», ya que «para hacer lo mismo de siempre no me presento», me dijo. 

¿Les suena todo esto de la lista unitaria con ERC con una gran presencia de personas de fuera del partido? ¿Qué fue Junts pel Sí pocos meses después? ¿Qué ha propuesto recientemente el President Carles Puigdemont? 

No dejaba indiferente a nadie
Abelló fue el gran protagonista de la campaña para las municipales con su polémica apuesta por los cromos, que fue muy criticada por todo el mundo y que le llevó a sufrir unos pésimos resultados electorales. Seguramente es cierto que en esa campaña los medios fuimos muy duros con él. Pese a ello, su trato conmigo siempre fue correcto. 

De hecho, a lo largo de los dos últimos años siempre ha estado dispuesto a contestar llamadas urgentes o WhatsApps sobre las polémicas que han surgido en el día a día de la actualidad municipal. Abelló no dejaba indiferente absolutamente a nadie y, además, debo decir que tenía un acentuado sentido del humor que he podido confirmar tanto en conversaciones in situ, por teléfono o analizando sus discursos en los plenos. 

«No me metas tanta caña», me decía cada día que nos veíamos, a lo que yo le respondía que «mi trabajo es meterte la que te merezcas». No sé si lo he cumplido, pero debo decir que coincidir con él fue un placer.