Ofensiva policial ante el aumento de robo de cable telefónico

Un helicóptero de los Mossos d´Esquadra sobrevuela en horas de la madrugada para vigilar las líneas más problemáticas

19 mayo 2017 22:39 | Actualizado a 22 mayo 2017 17:55
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Cuatro personas han sido detenidas en una semana por los Mossos d’Esquadra por el robo de cable de telefonía en diferentes puntos de las comarcas de Tarragona. A ellos hay que añadir otro arrestado –el trabajador de una chatarrería– por receptación del material sustraído. Con estas operaciones policiales se podrían haber esclarecido nueve robos, según fuentes de la Policía Autonómica. En los últimos meses ha proliferado este tipo de sustracciones, centrándose principalmente entre el Baix Penedès y el Tarragonès. Ante ello, los Mossos tienen en marcha un dispositivo especial e incluso un helicóptero sobrevuela las zonas donde se han detectados más robos.

La última intervención policial se produjo hace unos días, según apuntaba al Diari el inspector responsable de la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Reus, Vicenç Lleonart. Dos ciudadanos rumanos, vecinos de Tarragona, acudieron a una chatarrería de dicha ciudad y vendieron en diferentes entregas cable por valor de unos 10.000 euros. Ello sucedía mientras los Mossos d’Esquadra tenían abierta una investigación ante los continuos robos de este tipo de material, principalmente en la línea de Bonastre.

Los autores siempre buscan líneas cercanas y paralelas a una carretera secundaria. Actuaban en los puntos donde dicha línea se distancia unos 100 metros de la vía, para no ser vistos por el resto de los usuarios.

 

De madrugada

Los delincuentes actuaban entre las doce y las dos de la madrugada. Acudían al lugar con una escalera y cortaban el cable. Éste era trasladado hasta el turismo Opel Vectra –propiedad de uno de los sospechosos– que tenían aparcado cerca. No había ni testigos ni cámaras que hubieran grabado dicha actividad. Sí que los agentes han encontrado restos de los autores, como botellas de una determinada marca de cerveza.

Finalmente, las investigaciones de los Mossos determinaron que detrás de algunos de los robos estaban Vasile S. y Constantín A., de 43 y 33 años, respectivamente. Tienen antecedentes policiales por robo de gasoil a camiones y también por la sustracción de cable. Se les imputaron robos cometidos en El Morell –tres casos–, La Secuita –dos–, Constantí, Els Pallaresos y El Catllar. Ellos negaron los hechos. Tras pasar a disposición judicial, fueron puestos en libertad con cargos.

Los dos hombres –en este caso acompañados por la rumana Lale S.–, intentaron el pasado 10 de febrero vender gran cantidad de cable de cobre en una chatarrería de Tortosa. Pero ante la evidencia de que todo indicaba que procedía de un robo, el dueño no sólo no compró el material, sino que además alertó a los Mossos d’Esquadra, que realizaron un dispositivo de cierre de carreteras de la zona. Localizaron a los sospechosos en las proximidades de una chatarrería de L’Ametlla de Mar , que acabaron siendo detenidos. Llevaban 104 kilos de cable telefónico, el equivalente a unos 1.100 metros de cable. Posteriores investigaciones determinaron que había sido sustraído en la línea El Morell-Reus en dos días consecutivos.

 

En plena noche

Otra actuación policial se produjo en plena madrugada, cuando los agentes localizaron y detuvieron a dos individuos que supuestamente habían robado cable de un punto y se dirigían a cometer otro robo, según sospechan los investigadores.

Agentes de la Unitat de Seguretat Ciutadana de la comisaría del Tarragonès tenían montado un control de seguridad ciudadana en en Vilallonga del Camp. Sobre las dos menos cuarto de la madrugada pararon una furgoneta Fiat Doblo de color blanco.

En su interior los mossos encontraron 75 metros de cable, una pértiga, una sierra, dos radiales, un arnés para trabajar en altura, un juego de trepadores de postes, cuatro tenazas, dos eslingues –maromas provistas de ganchos para levantar grandes pesos–, dos linternas y una mochila. Se descubrió que el cable había sido sustraído de la línea de Mont-roig del Camp a Vilanova d’Escornalbou (Baix Camp).

Los dos detenidos son Óscar G.A., de 33 años y vecino de La Canonja –era la primera vez que lo arrestaban– y Sergio T.M., de 39 años y con domicilio en Cambrils –cuenta con nueve antecedentes policiales–.

 

Operativo en marcha

Ante la cadena de robos de cable de telefonía, los Mossos d’Esquadra han puesto en marcha el Dispositiu Línia, que se materializa en las zonas donde se han cometido más delitos ya que afecta a cuatro áreas policiales: Baix Penedès, Tarragonès, Baix Camp y Priorat. Entre los puntos a vigilar están las zonas de Albinyana, Sant Vicenç de Calders, Bonastre, El Catllar, El Morell, así como la línea que discurre por la carretera que une El Pont d’Armentera con Aiguamúrcia.

Desde que se puso en marcha dicho dispositivo, el número de robos de cable ha bajado a la mitad, apunta el inspector Vicent Lleonart.

 

El ‘modus operandi’

El sistema que siguen los ladrones es prácticamente siempre el mismo. Buscan líneas cercanas y paralelas a una carretera secundaria. Dan el ‘palo’ cuando la línea se separa, para no ser vistos por los vehículos que puedan circular por la vía. Actúan entre las doce y las dos de la madrugada.

Ante esta problemática, en las últimas semanas, en los días más conflictivos y las franjas horarias más habituales, un helicóptero de los Mossos –procedente de Barcelona– sobrevuela las líneas donde se han producido más robos. Lo hace a bastante altura, para no ser visto desde tierra. Dispone de una cámara térmica que detecta a las personas. Asimismo, dispone de seguimiento de matrículas. Dicha información es pasada a las patrullas de tierra. Es la primera vez que este helicóptero participa en un operativo de estas características en la demarcación, según el responsable policial.

El helicóptero está tripulado por un piloto y un técnico de cámaras, ambos mossos d’esquadra.

 

Cambio de denuncias

Hasta ahora, la empresa Movistar –propietaria de las líneas– esperaba a final de mes para presentar una denuncia conjunta por los robos habidos. Ahora se ha determinado que cuando ocurra uno y los técnicos acudan a la zona a reparar la avería, lo comuniquen a los Mossos para que puedan realizar una inspección ocular y recoger posibles pruebas. Asimismo, esta práctica permite acudir a las chatarrerías más conflictivas para averiguar si alguien ha tratado de vender el material robado.

Por otra parte, en las zonas donde ha habido repetición de robos se están instalando alarmas. Así, en caso de que intenten sustraer el cable, salta la alarma en la central de Madrid y se pasa comunicación a Mossos d’Esquadra.

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