Playa del Torn: un lugar inolvidable pleno de recuerdos

Un espacio natural. Formamos la Associació d’Amics de la Platja Naturista del Torn para preservar el respeto, el ambiente familiar y la naturaleza

28 agosto 2020 08:20 | Actualizado a 28 agosto 2020 09:24
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Si de pronto te preguntan por «tu lugar o rincón preferido», uno suele hacer un repaso rápido y por lo general, aparecen varios. Y los que ya tenemos unos años, recorremos esos sitios con la memoria y tratamos de escoger el que surja con más nitidez. A mí me aparece entonces el Parque de Mayo de mi ciudad natal, Bahía Blanca, y el arroyo Napostá que le atravesaba. Lugar de juegos infantiles y de andanzas de adolescente. O dos playas cercanas en la costa Atlántica: Monte Hermoso y Pehuen Có. Aclaro que Bahía Blanca está en Argentina, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y que por gestión del Centro Latinoamericano de Reus y voluntad de los respectivos ayuntamientos, hermanamos ambas ciudades en 1994.

Pero actualizando las preferencias, me surgen varios parajes de la comarca que conocimos con mi familia al llegar a Reus hace ya más de 40 años. Todos ellos muy atractivos. Pero si tengo uno para destacar, sin dudas ese lugar es la playa del Torn, en L’Hospitalet de l’Infant. Esa playa naturista era entonces un paraje agreste, una costa salvaje, con su vegetación y sin construcción alguna. La playa, de unos 1.500 metros tenía un pinar que cubría el terreno y parte de las zonas rocosas de altura. En uno de sus extremos el islote del Torn, con una pequeña bahía y una curiosa gruta en su orilla. En una parte más elevada y paralela a la costa, las vías ferroviarias. El grupo de habituales que llegábamos en el verano (entonces el acceso era más complicado que el actual) éramos por lo general familias que levantábamos nuestras tiendas y hacíamos campamento.

La playa de arena gruesa y el entorno de vegetación natural la convertía en una especie de isla alejada de la «civilización». Allí amanecíamos, nadábamos y jugábamos con nuestros hijos, caminábamos la playa de punta a punta y en nuestro caso, tomábamos mate con amigos uruguayos viendo como se ponía el sol en esos atardeceres apacibles e inolvidables. El trato con los habituales era muy familiar.

Al poco tiempo, esa proximidad nos llevó a formar una Asociación e impulsar la defensa de ese espacio natural. Pero esa belleza del lugar comenzó a ser un atractivo para mucha gente que al conocer la playa, también quedaba prendada del lugar. Tuvimos la intención de hacer una cooperativa, en la que cada familia aportaba una cantidad para lograr un fondo que permitiera la compra de los terrenos, y para mantener la zona tal cual, haciendo poco a poco mínimas mejoras como la instalación de agua potable. La idea era considerar esa franja como una propiedad indivisible, y frenar la posibilidad de una utilización lucrativa. Pero al llegar el boom turístico de Catalunya, hubo quienes advirtieron el potencial que tenia la playa del Torn, y consiguieron la autorización para construir un camping naturista, con sus alojamientos y parcelas para tiendas o caravanas. Como temíamos los más veteranos, esa edificación significó una especie de «privatización» de un espacio hasta entonces público. El camping aportó una serie de comodidades y servicios, pero a costa de perder su esencia original. La Associació d’Amics de la Platja Naturista del Torn subsiste y continúa tratando de preservar el respeto, el ambiente familiar y la defensa de la naturaleza. Esos cambios no afectan nuestra memoria. Para nosotros, para nuestros hijos, el Torn es un lugar inolvidable, lleno de recuerdos y anécdotas de días felices.

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