Poca cafeína en el embarazo

Hábitos saludables. Un estudio asocia el elevado consumo de estimulantes con sobrepeso posterior en los niños

01 mayo 2018 15:44 | Actualizado a 01 mayo 2018 15:47
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El consumo de cafeína en grandes cantidades durante el embarazo puede llevar a un sobrepeso en los niños a lo largo de su vida. Café, té negro, refrescos y chocolate son algunos de estos alimentos que deben tomarse con precaución durante la gestación. Así lo concluye una investigación llevada a cabo por científicos del Instituto Noruego de Salud Pública tras estudiar la evolución de 51.000 bebés y sus madres entre los años 2002 y 2008, publicada en la revista BMJ Open. 

Al respecto, el nutricionista tarraconense Luis Guasch manifiesta que «el problema no es que se tenga que prohibir la cafeína durante el embarazo, sino que se tiene que vigilar mucho su consumo porque es un estimulante del sistema nervioso que no es beneficioso para el feto».

Para evaluar si el consumo de cafeína durante la gestación puede estar relacionado con el sobrepeso de los niños, los científicos entregaron cuestionarios a miles de madres en su semana número 22 de embarazo. A partir de su consumo, las agruparon en cuatro grupos: bajo consumo de cafeína (entre cero y 49 miligramos al día), medio (de 50 a 199 miligramos), alto (de 200 a 299 miligramos) y muy alto (más de 300 miligramos).

El 46% de las madres fueron clasificadas como personas con un consumo bajo de cafeína, el 44% se ubicaron en el grupo de consumo medio, un 7% en el alto y un 3% en el muy alto.

Los investigadores observaron, asimismo, que cuanto mayor era el consumo de cafeína, más probabilidades había de que la madre tuviera más de 30 años, hubiera tenido algún otro hijo, consumiera más calorías diarias y fumara durante el embarazo. Tendían además, a tener un menor nivel educativo y a haber sufrido obesidad antes de quedar encinta.

Por todo ello, Luis Guasch comenta que «se trata de un conjunto de factores. Al final, lo que está claro es que si no hay unos hábitos correctos durante el embarazo, esto se puede relacionar con muchas patologías».
Este profesional remarca que «ciertas sustancias como el alcohol o el tabaco pueden provocar problemas fetales que se traducen en una patología en el niño o niña». Por ello defiende una nutrición correcta y una dieta equilibrada en todas las etapas de la vida y con más motivo durante los nueve meses de gestación. «Tenemos que entender que si la madre come mal, indirectamente el niño tampoco comerá bien», algo que se traslada a después del nacimiento ya que si los padres no tienen unos hábitos alimentarios correctos, la dieta que haga el niño tampoco lo será. Hay que enseñar a comer», asevera Guasch.

Evitarla «por completo»
Los autores del análisis revelan que cuando un feto ha estado expuesto a altos niveles de cafeína -más de 300 miligramos diarios-, puede llegar a pesar 480 gramos más que otros niños a la edad de ocho años. ¿Qué son, a la práctica, 300 miligramos diarios de cafeína?

Guasch apunta que «más de 300 miligramos son más de tres latas de una bebida, de un refresco como la Coca-Cola». Añade que «un café normal está entre 30 y 50 miligramos y la recomendación está en unos 200 miligramos». Sin embargo, el problema viene cuando se consumen un par de cafés pero después dos o tres latas de refrescos y esto también vale para los tés y para los chocolates. 

Los científicos autores del estudio alegan que la cafeína traspasa de forma más rápida los tejidos del cuerpo, incluida la placenta, y tarda más en desaparecer del organismo durante el período de gestación. Asimismo, estudios previos ya la habían ligado con un mayor riesgo de sufrir abortos y problemas en el crecimiento fetal.Los científicos noruegos anotaron además el peso y las medidas corporales de los niños en once ocasiones, entre las seis semanas de edad y los ocho años. Y la exposición a cualquier nivel de cafeína durante el embarazo se asoció a un mayor riesgo de que el niño sufriera sobrepeso entre los 3 y los 5 años, según los resultados.

Por todos estos motivos los investigadores consideran que estos resultados respaldan el consejo de que las mujeres reduzcan su consumo de cafeína, de todo tipo, durante el embarazo y afirman que evitarla por completo podría «ser recomendable».

Luis Guasch aclara que en la obesidad intervienen variables genéticas, pero también hay factores a nivel epigenético y esto sirve también para los hábitos alimenticios. Para prevenir posteriores problemas de salud en el niño o niña, recomienda tener una dieta equilibrada acompañada de ejercicio físico y de unos hábitos saludables. «Se debe buscar el equilibrio», concluye.

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