La recién estrenada pasarela que une la rambla con la playa tuvo su estreno de oro y no dejó un hueco libre en esa primera fila imaginaria en que se convirtió el paseo Rafael Casanovas para ver el inicio del Concurs Internacional de Focs.
Muchos reconocían haber llegado unas horas antes cruzando la pasarela, aunque al final se pudo pasar por ella hasta las 10 de la noche, hora en que la cerraron (algo a tener en cuenta para los próximos días de concurso).
Por tierra, mar y aire
El sorteo quiso que ayer abriera el evento Pirotecnia Tomás, de Benicarló. En apenas 16 minutos quemaron los 863,5 kilos de pólvora que traían a Tarragona.
El público en la Platja del Miracle rompió en aplausos más de una vez durante el espectáculo, que no escatimó en potencia, al punto que, por momentos, parecía que se volvía a hacer de día. También fueron muy aplaudidos los fuegos acuáticos que, tirando de factor sorpresa, hicieron llegar el fuego casi hasta la orilla.
El despliegue no dio un momento de respiro y el viento, a diferencia de otras ocasiones, favoreció que el humo se alejara y permitiera ver con claridad el espectáculo.