Primera prueba de fuego para Ricomà

Política. Mañana, impuestos. El gobierno municipal aprobará la subida de la basura con el apoyo de PSC y Cs, y el ‘no’ de la CUP

20 octubre 2019 17:20 | Actualizado a 21 octubre 2019 07:04
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En medio de la vorágine de los disturbios y la violencia de esta semana, mañana llega la primera gran prueba de fuego para el proyecto de Pau Ricomà (ERC) al frente de la alcaldía de Tarragona. El Saló de Plens vota este lunes la modificación de los tributos, que principalmente afectará a la tasa de la basura y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

Hasta la fecha, el líder republicano ha sufrido contratiempos parciales, como fue por ejemplo la imposibilidad por descartar el proyecto para construir el nuevo barrio de Ponent –con el centro comercial de la holandesa Ten Brinke incluido– pese a haberlo prometido en la pasada campaña electoral. Las posible indemnizaciones millonarias desaconsejaron la operación. El alcalde tampoco pudo ver satisfecha su voluntad por crear la plaza de coordinador de Cultura, por la que el también edil de la materia considera que no es necesario tener acreditación universitaria. La oposición de la CUP vetó, incluso, el debate de la propuesta. Fue el primer aviso cupaire.

El pasado jueves, el gobierno municipal sufrió un revés de mayores dimensiones, como fue el hecho de no poder paralizar la tramitación de la futura urbanización de la Budellera. Eliminar este barrio del POUM vigente es una de las grandes prioridades de republicanos y Comuns hasta 2023. Durante el debate, el concejal de Territori, Xavier Puig (ERC), mantuvo un agrio intercambio de palabras con Dídac Nadal (JxTGN), que optó por mantener vivo el proyecto y marcar una distancias con el ejecutivo de la Plaça de la Font. Nadal, pues, apoya el gobierno a corto plazo y, de hecho, preside una empresa municipal –Espimsa– pero, en cambio, se desmarca el proyecto urbanístico a largo plazo. ¿Tendrá largo recorrido este matrimonio? Primer aviso de Junts.

Primera vuelta para las cuentas

Las diferencias que CUP y Junts per Tarragona han mostrado con el alcalde Ricomà pueden verse acentuadas este lunes en el pleno de ordenanzas fiscales, en lo que se trata de la primera vuelta del debate de presupuestos que se vivirá en pocas semanas, y que puede marcar el devenir del mandato en la Plaça de la Font. La no aprobación de las cuentas puede significar un nuevo golpe para la gestión del día a día de un gobierno que, desde el pasado 15 de junio, cuenta con solo nueve integrantes, sin que haya visos de que pueda ampliarse con la CUP. Ir a presupuestos prorrogados en 2020 puede hacer la mochila un poco más pesada. Y con más de tres años de mandato aún por delante.

El principal foco de conflicto para mañana se prevé en el incremento del 11,6% en la tasa de la basura. La CUP, que puede tener la clave para no prorrogar las cuentas, no es partidaria del aumento y se opondrá. Pese a ello, desde la formación cupaire se diferencia el ‘No’ a las ordenanzas del debate de presupuestos. Segundo aviso, pero sin cerrar del todo la puerta. Las cupaires se debaten entre dinamitar el mandato o dar un «sí crítico» para este primer año.

Con todo ello, lo cierto es que ERC y En Comú Podem contarán con el apoyo de PSC y Ciutadans para tirar hacia adelante el encarecimiento de la basura. Toda una contradicción y una muestra de la inestabilidad que se vive en el Saló de Plens.

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