Protesta con entierro para salvar las estaciones de tren urbanas de la costa

Las entidades en defensa del transporte público critican la gestión de las administraciones y exigen soluciones

15 diciembre 2019 10:10 | Actualizado a 15 diciembre 2019 17:46
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Están matando y enterrando el ferrocarril de Tarragona». Esta era la conclusión que compartían todos los presentes en la protesta organizada por l’Associació per a la Promoció del Transport Públic en el Camp de Tarragona, UGT, CCOO, CGT y la Plataforma en Defensa d’un Ferrocarril Públic i de Qualitat ayer por la mañana a la puertas de la estación de tren de la ciudad.

Aunque se respiraba un ambiente festivo con música y coca con chocolate, la reivindicación estaba más que clara igual que la necesidad de reaccionar con urgencia para tener alguna solución frente a un problema que las entidades a favor del transporte público consideraban inadmisible. «Estemos viviendo una situación muy particular e inexplicable. Nunca había pasado en una democracia que se eliminara una línea de cercanías. Encima, se trata de una con un servicio muy demandado», declaraba Daniel Pi, representante de l’Associació per a la Promoció del Transport Públic en el Camp de Tarragona. Son 675.000 los pasajeros anuales que recibe la línea de Salou y Cambrils y los que se verán afectados por esta decisión ya que a partir del próximo 10 de enero desaparecerán las estaciones ferroviarias de estas dos localidades de la provincia con el desmantelamiento de esta vía de la costa previsto con la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo.

TramCamp, TramPa...

Las alternativas son consideradas entre «indignantes» e «insuficientes» por parte de las entidades protestantes. «Nos dicen que instalarán un tranvía, pero este proyecto tardará cinco años en el mejor de los casos», comentaba Pi, haciendo referencia al proyecto del TramCamp que pretende cubrir el servicio de esta vía.

A dos kilómetros de distancia y fuera del casco urbano, ese será el trayecto a recorrer por los viajeros habituales de esta línea a partir de enero, mientras no se haga efectiva la instalación del tranvía. Sin duda, una forma de empezar el año reorganizando el tiempo, ya que de los 15 minutos de duración que había entre Salou y Tarragona se pasará a los 30, de igual forma que los escasos 5 minutos que duraba del trayecto de Salou a Cambrils se convertirán en media hora en autobús, la alternativa de transporte que, según las entidades a favor del transporte público, limitan la movilidad de los ciudadanos por intereses privados. «En Salou, se quiere hacer un aparcamiento en el espacio donde se encuentra actualmente la estación. ¿Y eso, en qué nos beneficia a los ciudadanos? Este proyecto comporta más inconvenientes que beneficios para la ciudad de Tarragona», reivindicaba Pi.

Salvar la línea y el planeta

El cambio climático y la emergencia de tomar acciones para luchar contra la contaminación están de actualidad pero, según declaraba Arga Sentís –portavoz del Grup Municipal d’Iniciativa els Verds, Esquerra Unida i Alternativa– el medio ambiente no es noticia para todos: «Nos encontramos en una situación dramática e insostenible y que no forma parte de la lucha global contra el cambio climático, es necesario tener otra forma de movernos», afirmó.

Las críticas a las administraciones tampoco faltaron, y es que las promesas recibidas no han planteado aún ningún proyecto consolidado ni mucho menos ninguna solución. «Se está privatizando la movilidad, un medio público y todo el mundo gira la cara. Ni los ayuntamientos ni la Generalitat han tomado partido ni están haciendo nada», declaraba Joan Llort, secretario general de la UGT en Tarragona.

Las reivindicaciones acabaron siendo escenificadas con una original e irónica performance en la que cuatro hombres y dos mujeres, todos vestidos de luto, llevaron un ataúd que simbolizaba la línea que une Tarragona, Salou y Cambrils y de la cual se despidieron con un discurso teatralizado que seguía el hilo crítico de las protestas.

Una vez finalizada esta breve representación, las entidades protestantes decidieron hacerse una foto grupal con el ataúd en el andén de una de las vías de la estación de tren de Tarragona. La seguridad privada de la estación y los Mossos de Esquadra que se trasladaron hasta allí impidieron la entrada a las decenas de protestantes que se resignaron a hacerse la foto a las puertas de la estación y con cánticos que dejaban clara su respuesta: «No ens dona la gana d’anar a Salou amb Plana!».

Comentarios
Multimedia Diari