Ramon Arnabat: «Putin no quiere volver a la URSS, sino que Ucrania sea neutral»

Este historiador repasa el origen del estado de Ucrania, la relación con Rusia y la semilla del derrumbe soviético de 1991 en el conflicto. Denuncia la dejadez de Europa por no haber intercedido antes

02 marzo 2022 19:40 | Actualizado a 03 marzo 2022 10:32
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¿Hasta cuándo hay que retroceder para entender esta guerra?

El estado de Ucrania se constituye en realidad dentro del marco de la URSS. Pero hay una historia anterior. Ucrania quiere decir frontera y ha sido siempre una tierra de frontera, un espacio ocupado por diferentes imperios a lo largo de la historia. A inicios del siglo XX estaba partido entre el Imperio Austrohúngaro en el oeste y el ruso en el este. Pero no había una unidad política como tal.

¿Qué sucedió después?

Podemos empezar a hablar de un estado al inicio de la revolución rusa, cuando se crea la URSS. La República Socialista Soviética de Ucrania ocupaba un territorio parecido al actual. En 1939, con el acuerdo antes de la Segunda Guerra Mundial, entre Stalin y Hitler, para repartirse Polonia, incorporarán una parte a Ucrania, la más occidental. En la Segunda Guerra Mundial se añade algún territorio rumano y algún pequeño territorio de Checoslovaquia, siempre en la parte occidental.

Es decir, ha sido un territorio en constante cambio.

Sí, pero también hay que tener en cuenta algunos hechos históricos. Durante la ocupación nazi del este un sector importante de la población da apoyo a los nazis y participa en actos de exterminio de los judíos. Después hay un conflicto muy importante con Polonia, una matanza de polacos por parte de ucranianos. Otro conflicto: en 1933, hay entre cuatro y cinco millones de muertos en Ucrania, por una hambruna que afecta de manera general pero especialmente al país y los ucranianos tienen la queja de que Stalin no había atendido por igual a esa zona que al resto. Después de la guerra mundial, existió una especie de ejército insurgente en Ucrania, que intentó sacar al país de la influencia soviética. Otra cuestión importante es que en 1954 Rusia regaló, por decirlo así, Crimea a Ucrania, y con eso ya tendríamos todo el mapa actual.

¿Cómo afecta toda esa formación tan atropellada a la situación actual?

Debido a esa formación compleja, hay como dos países. Desde el punto de vista de la lengua, está la zona occidental y central, de mayoría ucraniana, y en el este hay una mayoría de lengua rusa. Desde el punto de vista religioso, el lado ruso es ortodoxo y el occidental tiene una versión de la iglesia cristiana que acepta la presidencia de Roma. Esa división se ha visto en las elecciones del siglo XXI. En el lado de lengua ucraniana ha ganado el candidato proeuropeo y en el este el prorruso.

Dos almas en un mismo territorio. Y fricciones.

Mayoritariamente, si hablamos por volumen de personas, la mayoría es ucraniana de lengua y la población que habla ruso no lo es. Después hay el conflicto de la revuelta del Euromaidán, que acaba con las autoridades prorrusas. Una parte de estas repúblicas de facto viven independientes de Kiev y mantienen relaciones con el lado ruso. Esta guerra del Donbás ya ha provocado 13.000 muertos.

Y retrocediendo un poco, está la caída de la URSS.

Otro punto de referencia es ese derrumbe del bloque histórico, en 1991, cuando se crea la república de Ucrania, igual que otros estados alrededor de Rusia. Pero hablamos de uno de los más grandes, 40 millones de habitantes. Es un país muy importante.

¿Es clave ese momento?

Según la versión rusa, cuando se decide unificar Alemania se acordó cuál sería la relación de estas repúblicas respecto a Rusia y a Europa. Los rusos siempre alegan, y parece que hay un compromiso no escrito, que ellas se mantendrían neutrales. Y eso fue aceptado por ambas partes hasta que hace 10 años por un lado la UE fue integrando algunas de estas exrepúblicas pero, sobre todo, lo que ha impulsado toda esta dinámica es que algunos países soliciten entrar en la OTAN. Desde el punto de vista ruso, es una amenaza para sus fronteras. Y Ucrania tenía las negociaciones muy avanzadas.

¿Putin tiene entonces motivos geoestratégicos?

Nada ligitima la invasión pero la historia está para comprender. No se justifica este ataque pero la historia ayuda a entender el malestar de Rusia. En Occidente la imagen de Putin es la de un loco. Él actúa en una lógica que yo no comparto pero tiene un sentido.

¿Y Europa?

Europa ha perdido mucho tiempo para intentar arreglar el problema de una forma negociada. Ha ido viendo que el gobierno ucraniano estaba negociando entrar en la OTAN y la UE. Los vientos le eran favorables pero desde un punto de vista geoestratégico debía haberse anticipado. Rusia exige que esos países se mantengan neutrales. También es verdad que Rusia no ha conseguido atraer a esos países hacia su órbita o por lo menos para que se mantuvieran neutrales.

¿Irá este conflicto a más? ¿Afectará a otros países?

Si hacemos caso a la historia, todos los conflictos comienzan con una tontería. El primer objetivo debe ser el alto al fuego, abrir unas negociaciones e intentar llegar a algún tipo de acuerdo pero a medida en que haya más muertos será más difícil. La UE y la OTAN han jugado con fuego, nunca pensaron que acabaría así.

¿Aspira Putin al sueño de volver a la URSS?

El objetivo no es tanto ampliar Rusia como asegurarse una zona neutral en el otro bloque. Hay que ser capaces de tener una mirada más global. La base tienen que ser los acuerdos de Minsk de la Guerra del Donbás que nadie cumplió. Ucrania aceptó entonces transformar su constitución para conceder autonomía a esas regiones a cambio de que los rusos no ocuparan. Pero no ha hecho ningún cambio. Y Rusia ha acabado de reconocer estas repúblicas ahora. Nadie ha cumplido. Todas estas estrategias acaban por perjudicar a la población. El protocolo de Minsk no es suficiente pero debe ser la base.

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